TRANQUILIDAD

"Oh Protector Omnipresente! Cuando las nubes de guerra descarguen su lluvia de gas y fuego, sé Tu mi refugio antiaéreo. Que en la vida y en la muerte, en la enfermedad, en el hambre, en la peste o en la miseria, me aferre yo siempre a Ti. Ayúdame a darme cuenta de que soy Espíritu Inmortal, inmune a los cambios de la niñez, de la juventud, de la vejez, y a los cataclismos del mundo".(1)

Lo que tiene que aprenderse es el arte de desarrollar actividades sin involucrarse en ellas. El karma o actividad se tiene que desempeñar porque es parte de nuestra naturaleza, no es resultado de un impulso externo. Surya (el sol, el padre del tiempo), hace que el agua se evapore para formar nubes y luego regresar en forma de lluvia, ésa es su actividad. Nadie le enseñó cómo hacerlo. Cuando ustedes practican acciones que se tienen que efectuar naturalmente, como el respirar, no será una carga. Es cuando hacen algo contrario a su naturaleza cuando sufren y padecen. Por ejemplo, la actividad del policía no es una expresión de su genuino ser, así que él es feliz cuando llega a su casa, se quita el uniforme y se pone ropa ordinaria. Cuando el bebé llora, todos corren hacia su cuna porque su estado natural es sonreír y estar feliz. Así también, el karma (la acción) que se realiza por las ganancias que de ella se derivan, acumula consecuencias que esclavizan al hombre, aumenta de tamaño como una bola de nieve; pero el karma hecho sin pensar en el fruto, va disminuyéndose y los libera de toda consecuencia.(2) El hombre debe ocuparse de las tareas que le confieran paz y alegría duraderas, debe examinar los méritos de varias actividades y escoger sólo aquellas que lo beneficien. El hombre desea paz pero cultiva preocupaciones y ansiedades. Planta un árbol de lima y quiere obtener mangos. Esta es una ignorancia total, o una ceguera voluntaria o el resultado de una enseñanza errónea.(3) La práctica espiritual debe volverlos calmos, imperturbables, tranquilos, equilibrados. Hagan que la mente sea tan fría y reconfortante como la luz de la luna, pues ella es la deidad que gobierna la mente. Sean tranquilos en su manera de hablar, sean calmos en su respuesta al mal, a las críticas y a las alabanzas. Se quejan de que otro está perturbando su ecuanimidad, pero ustedes no saben que aunque su lengua no hable, sus pensamientos pueden perturbar la ecuanimidad de los que están alrededor. El desapego, la fe y el amor son los pilares sobre los cuales descansa la paz. De éstos, la fe es crucial, pues sin ella la práctica espiritual es un rito vacío. Sólo el desapego puede hacer que la práctica sea efectiva y que el amor los lleve rápidamente a Dios. La fe alimenta la agonía de la separación de Dios; el desapego la canaliza por el camino de Dios y el amor alumbra el camino. Dios les otorgará lo que necesitan y merecen; no hay necesidad de pedir, ninguna razón para quejarse. Estén contentos, estén agradecidos, no importa lo que suceda ni cuándo suceda. Nada puede suceder en contra de su voluntad. Me acuerdo ahora de Karna. En sus últimos momentos, le pidió al Señor un solo don: "No me importa si tú me condenas a nacer, a enfrentarme a la muerte en un ciclo interminable; sólo bendíceme para que en todas mis muchas vidas no esté obligado a pararme delante de otro con la mano extendida rogando : "Dame"; y también bendíceme para que en todas mis vidas no esté obligado a despachar a un suplicante con la palabra "No". ¡Que estas dos palabras: dame y no, no salgan de mi boca". Una persona fija en el desapego y el autocontrol nunca pedirá ni nunca oirá la respuesta "no", pues él estará siempre contento, siempre pleno.(4) Cada uno está deseoso de ser feliz; cada uno piensa que la vía más rápida para ser feliz es desear más y trabajar menos. Cada deseo es un grillete que impide el movimiento, es una traba en la pierna. Un joven estudiante anda libre en sus dos piernas. Cuando se casa ya tiene cuatro piernas; un hijo le añade dos piernas más, y el alcance de sus movimientos se restringe. Cuantos más pies tenga, menor será la velocidad; tanto más arrastre tendrá el piso; el ciempiés tiene que arrastrarse. Cuantas más cosas tengan, tantas más dificultades surgirán. La acumulación de sofás, mesas, estantes y adornos, llena la sala, y hace el movimiento lento y riesgoso. Reduzcan sus necesidades, vivan de manera sencilla, ése es el camino hacia la felicidad. El apego trae dolor tras de sí. Al final, cuando la muerte exige que dejen todo atrás y abandonen a todo el mundo, están sobrecogidos de dolor. Sean como el loto en el agua, está encima de ella, no dentro de ella. El agua es necesaria para que el loto crezca, pero éste no permitirá que ni siquiera una gota lo moje. El mundo objetivo es la arena de la virtud y el gimnasio para el espíritu, pero deben usarlo sólo para ese fin; no lo eleven a una posición mayor ni lo adoren como lo más importante.(5)

(1) Oración de Paramahamsa Yogananda: "Soy Espíritu Inmortal". (2) Sadhana - El Sendero Interno - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Pag. 50 - (3) Sadhana - El Sendero Interno - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Pag. 51 - (4) Mensajes de Sathya Sai - Vol. VII - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Prashanti Nilayam, 11-1-69 - Pag. 28 - (5) Mensajes de Sathya Sai - Vol. VII - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Ahmedabad, 15-5-69 - Pag. 42 -