VALORES HUMANOS
VALORES HUMANOS: PRUDENCIA

DIOS ES AMOR

CONGRESO LATINOAMERICANO DE EDUCACION EN VALORES HUMANOS

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PRUDENCIA


"Puede dirigirse un árbol para que crezca derecho Puede labrarse una piedra en una bella forma ¿Una mente? ¿Puede labrarse y dirigirse de igual manera?
¡Respondan si pueden! La necesidad es grande".
(1)

Si alguien resbala con el pie, puede retroceder y librarse de la caída inminente, pero si uno resbala con la lengua, no tiene forma de librarse. Así también, si uno ha tomado la senda equivocada, nadie podrá cambiar su camino y sacarlo de tal situación.
En el lenguaje común, la palabra "Swadha" significa alimento. Dándole este sentido, se hace posible reconocer su término equivalente de "alimento" como lo que normalmente comemos por la boca. Pero en esta palabra "Swadha" hemos de considerar que significa no sólo el alimento que comemos normalmente, sino también todas las otras cosas que absorbemos. En este sentido hemos de hacerlo extensible para incluir a los cinco sentidos y considerar todo lo que es absorbido por los órganos sensoriales como abarcado por la palabra "Swadha". Todas las cosas que vemos en torno a nosotros, y que pueden ser experimentadas a través de los sentidos, se han incluido en el significado de esta palabra. Para todas las cosas que podemos experimentar y vivenciar en este mundo, esta palabra "alimento" representa su base. Nos resulta imposible emprender alguna actividad o trabajo sin una base. Para el trabajo, la base la constituye el deseo y la base para el deseo es la ignorancia, y para todas estas cosas, se ha señalado el alimento como base.
Si tratamos de encontrar el sentido interno para esto, llegamos a la conclusión de que el alimento se convierte en la base para todo lo que vemos en el mundo.
Si un individuo desea obtener frutos dulces y buenos, deberá poner cuidado en elegir semillas dulces y buenas. De modo que lo que constituye la base para nuestros deseos y para el mundo, es el aspecto del alimento y éste, que es el aspecto de Dios, representa la base para todas estas cosas.
Deberemos reconocer y entender el significado de la declaración "Todo el Universo Soy Yo". Esto significa que el aspecto de Dios constituye la base para todo trabajo que realicemos y, teniéndolo presente, no deberíamos sentirnos decepcionados con cualquier resultado que obtengamos.
Desde el momento en que somos estudiosos y deseamos aprender algo, resulta ineludible que debamos someternos a algún tipo de disciplina, observar algunas reglas y aceptar algunas limitaciones en nuestra vida diaria. Cualquiera sea la actividad que desempeñemos habremos de reconocer el deber y la disciplina que nos corresponden y que le son propios a la labor en cuestión. Si nos atenemos estrictamente a estas normas y a esta disciplina, correspondiente al trabajo que se nos haya confiado, no encontraremos obstáculos ni nada podrá detenernos en su cumplimiento.(2)
Tienen ustedes tres medios de comprensión: el poder de la voluntad, el poder de la actividad y el poder de la razón. Enfoquen los tres hacia Dios, deséenlo, sírvanlo y conózcanlo. No permitan que los sentidos y las emociones se escapen con ustedes a sus espaldas. Manténganlos bajo control. Antepónganles la meta de Dios. Si sus emociones determinan una dirección, guíenlas en la dirección contraria, ésa es la manera de contrarrestar su malignidad.(3)
La mente puede permanecer impasible ante las tempestades de la emoción, doblegándose sólo bajo el yugo del intelecto; escapándose de las tenazas de los sentidos, cediendo las riendas a la facultad de razonamiento y obedeciendo ciegamente sus dictados. Los sentidos son inertes, pero se cuidan de no inducir a la mente a aceptar la información que ellos suministran. La mente es como una flor que esparce fragancia, no importa si se la sostiene con la mano derecha o con la izquierda. Si la persona que la tiene es buena o mala. La mente corre hacia delante sin preocuparse por los accidentes del camino; está ciega, por lo tanto, alguien tiene que llevarla. Cuando invitamos a diez ciegos a comer, tenemos que poner veinte platos, pues cada ciego traerá consigo a su lazarillo. Así también, la mente debe tener una guía que conozca el camino, con todos sus obstáculos.
La mente debe ser observada atentamente y advertirla de sus propios trucos, ya que es una actriz muy hábil, que nos enreda en aventuras muy peligrosas. Atrápenla y pregúntenle dónde ha obtenido la autoridad para ordenarle a ustedes, y desaparecerá en un momento.
El único método para escapar de las garras de la mente es el cultivo de la inteligencia pura, suma y sustancia de toda disciplina espiritual. Y la inteligencia solamente se limpia de toda parcialidad y prejuicio, de todo odio y codicia, mediante la adoración a Dios a través del amor hacia todos los seres creados por El, y que son testimonio de su gloria y belleza.(4)
Casi siempre el hombre está deseoso de pasar por alto las deficiencias y defectos de los objetos que atraen su atención. Si tan sólo reconociera esto, sería capaz de evaluarlos correctamente y actuaría con más inteligencia. Cuando el hombre está consciente de que la cobra es una serpiente venenosa y el leopardo una fiera cruel, los evita con vigilancia constante. Similarmente, cuando nos damos cuenta de lo transitorio y trivial de los triunfos y posesiones mundanos, podemos desprendernos fácilmente de ellos y concentrarnos en la riqueza interior y en la visión interna. Los objetos transitorios sólo pueden proporcionar alegría transitoria. ¿Cómo podría ser de otra manera? Unicamente los manantiales de bienaventuranza tienen la virtud de conferir bienaventuranza. Un manantial intermitente, un manantial que está secándose, declinado, puede dar felicidad sólo a ratos y aún este, a la larga menguará y se secará.(5)




(1) Mensajes de Sathya Sai - Vol. XI - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Internado de Brindavan, 14-1-81 - Pag. 186 -
(2) Lluvias de Verano - Tomo 3 - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Extractos de Pag. 91/99 -
(3) Mensajes de Sathya Sai - Vol. VIII - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Prashanti Nilayam, 26-9-72 - Pag. 105 -
(4) Mensajes de Sathya Sai - Vol. IX - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Prashanti Nilayam, 24-11-74 - Pag. 144 -
(5) Mensajes de Sathya Sai - Vol. XI - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Prashanti Nilayam, 25-9-79 - Pag. 14

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