"La Felicidad se genera allí en donde hay Amor total. La Verdad, el Sacrificio y la Paz estarán asociados a aquel lugar. Para nadie hay seguridad, careciendo de Amor. Estas palabras de SAI le muestran la Senda del Amor".(1) |
Cada ser humano nace en el Karma, crece en el Karma y obtiene la Liberación a través del Karma. De hecho y para cada uno, el trabajo es Dios y el trabajo es causa tanto para su pesar como para su placer. En este mundo, todos los pesares y todos los placeres son causados únicamente por el trabajo del hombre.
Hay algunas cualidades que acompañan siempre al individuo. Sus penas, su nacimiento, su trabajo, su odio, sus agrados y desagrados, su falta de poder de discernimiento y su ignorancia son cualidades que siempre le acompañan. La ignorancia se mezcla con la falta de poder de discernimiento. La falta de poder de discernimiento le da pie al apego. El apego hace surgir la ira. La ira le da pie al odio. El odio le da pie al nacimiento y al pesar. Todas estas cualidades se relacionan entre sí de manera inseparable. Para el pesar el responsable es el nacimiento y, para el nacimiento, es responsable el propio karma de uno. Sin embargo, podríamos preguntarnos si el pesar es algo natural en el hombre o si aparece a medio camino de la vida. En verdad, si el pesar fuera algo natural en la vida del hombre, no podría liberarse de él en toda su vida. No hay base alguna que nos permita pensar que el pesar sea una cualidad natural para el ser humano. Porque, si lo fuera, no podría liberarse de él por método alguno. Una vez que se destruye la cualidad natural, también será destruida la sustancia misma. Ningún hombre hará el intento de destruir su forma verdadera propia. Para el azúcar de palma, la cualidad natural es la dulzura, y, ¿si desapareciera esta cualidad natural de la dulzura, no desaparecería también el azúcar de palma? Si desaparecen ambos, tanto el azúcar de palma como su cualidad de dulzura, el azúcar de palma mismo no existiría. La capacidad de quemar y la de brillar son cualidades naturales del fuego, y si se eliminaran o fueran destruidas estas capacidades, también dejaría de existir el fuego. Cuando se eliminan tanto el fuego como sus capacidades naturales, el fuego desaparece y queda el carbón. La forma y las cualidades naturales están inseparablemente conectadas entre sí. A través de este análisis podemos llegar a la conclusión de que el pesar no es una cualidad natural del hombre. Es algo que llega accidentalmente desde fuera. Todo pesar no es más que algo similar a una nube pasajera. Para todo trabajo habrá una consecuencia y un resultado. Habrá un eco y un reflejo para todo lo que hagamos.(2) La riqueza ha de considerarse siempre como algo potencialmente nocivo. Es una verdad incuestionable que jamás podrán obtener de ella ni un poco de felicidad. Los ricos le temen a veces hasta a sus propios hijos. Así se dan las cosas en este mundo. El hombre es respetado por sus virtudes y no por sus bienes materiales. El hombre se hunde normalmente hasta tal punto en el mundo que hasta espera equivocadamente obtener alguna paz de él. Se olvida que debe prestar atención a las cuatro metas de la vida humana: Rectitud, Prosperidad, Deseo y Liberación. La prosperidad y el deseo alcanzarán su justo significado si consideramos a la Rectitud como nuestra base primordial y a la Liberación como nuestro destino final. En estos días nos olvidamos de la base y del objeto, y retenemos tan sólo lo que queda en el medio, de modo que toda nuestra vida se va en concentrarnos únicamente en la Prosperidad y el Deseo. Al descuidar el fundamento que es la Rectitud y la meta que es la Liberación, no pensamos sino en la Prosperidad y los Deseos. De hecho, deberíamos juntar a la Rectitud y a la Prosperidad por un lado y al Deseo y a la Liberación por otro. Al hacerlo así, emplearíamos con un buen propósito las riquezas y no desearíamos otra cosa que lograr la Liberación. Debemos considerar la Verdad y la Conducta Correcta como los dos ojos de nuestro país. Sólo cuando nuestra gran madre, la patria, cuente con estos ojos podrá cuidar de su territorio y de sus hijos. En cambio, si la dejamos ciega por causa de nuestra conducta, ¿cómo podría preocuparse de sus hijos? Aquello a lo que se hace referencia como Rectitud debe ser promovido en el país con una mente consciente y debemos ayudarle también a otros a ponerla en práctica. Cuando vemos a gente menesterosa, desvalida o débil, debiéramos estar preparados para prestarles ayuda, poniendo en ello todo nuestro esfuerzo y capacidad. La razón para adoptar esta actitud es el hecho de que todos los seres humanos son hermanos y son hijos de una misma madre: La Divina Madre Universal. Es por ello que debemos desarrollar este sentimiento de fraternidad y tratar de ayudarle a todos. Como resultado de la riqueza, el hombre se va transformando en un demonio. El poseer dinero le hace a uno sentirse muy orgulloso. Cuando uno tiene riquezas, no se siente inclinado a seguir el camino de la Rectitud. Esto no se aplica a toda la gente. Como es de conocimiento general, sabemos que hay gente rica que destina su fortuna a muchas causas buenas. Antes de realizar la necesidad de la ecuanimidad mental, Ramakrishna Paramahamsa le atribuía importancia a cosas como la riqueza y la posición. Con miras a ponerle a prueba, uno de sus discípulos puso unas monedas de oro bajo el colchón de Ramakrishna. De inmediato éste se levantó, porque sentía como si le quemaran el cuerpo. El sentido interno de esta historia es que Ramakishna aún percibía diferencias entre el oro y el barro; no se había sobrepuesto a ellas. Más adelante, se ejercitó sosteniendo oro en una mano y barro en la otra, alternándolos hasta que perdió la sensación de que eran diferentes. Así llegó a realizar la igualdad o unidad entre ambos. Aunque para este tipo de seres realizados es muy posible llegar a no establecer distingos entre objetos valiosos y sin valor, para el común de la gente debe existir una distinción entre el oro y el barro, puesto que han de llevar adelante sus vidas diarias y cargar con la responsabilidad de una familia. En lo cotidiano no pueden tratar al oro y al barro como iguales. Mas el sentido interno indica que en nuestra mente no han de establecerse diferencias. La posesión de riquezas hace que algunos desarrollen ideas desviadas en sus mentes. No se olviden de Dios y no le teman a la muerte. Así se convertirán en los heroicos hijos de vuestra tierra. Nuestra riqueza es la riqueza de la Rectitud, del Conocimiento y de la Sabiduría. Es ésta la razón por la cual Arjuna era llamado Dhananjaya "aquel que ha obtenido mucha riqueza". Este apodo no se refiere a la riqueza ordinaria. Significa simplemente que poseía en suficiente medida la riqueza de la Sabiduría. Arjuna tenía una serie de otros títulos que describían sus grandes cualidades. Hay tres palabras de las que hemos de tomar nota. Ellas son: Trabajo, Adoración y Sabiduría. Aquí el trabajo se refiere a la sagrada labor que uno ha de llevar a cabo para promover la prosperidad del país. Siempre deberán realizar un buen trabajo. Habrán de adorar con una mente pura. La Sabiduría representa un Conocimiento Superior y deberán aspirar a adquirir Conocimiento con Sabiduría. Estas son las tres cosas que les permitirán llevar una vida correcta.(3) |
(1) Lluvias de Verano - Tomo 5 - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Pag. 177 -
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