VALORES HUMANOS
VALORES HUMANOS: LIMPIEZA

DIOS ES AMOR

CONGRESO LATINOAMERICANO DE EDUCACION EN VALORES HUMANOS

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LIMPIEZA


"Me vestiste con ropa inmaculada y me enviaste afuera a
jugar. Yo me alejé vagando, y retocé entre los árboles sin fruto
del engaño. Las sombras del bosque del sufrimiento me
envolvieron. Salí sin una sola mancha. Ahora estoy
sucio con el fango de la ignorancia. ¡Oh Madre Divina, lávame en
las aguas de Tu sabiduría, y déjame limpio otra vez!".
(1)

Deberán prestarle mucha atención a otra cualidad importante: la limpieza, tanto exterior como interior. Cualquiera de las dos que falte hará que la persona se vuelva inútil para cualquier labor. Las ropas que vista, los libros que lea y el ambiente que la rodee deberán estar limpios. Esto representará la limpieza exterior. Ello significa que cada objeto material que tenga que ver con su vivir tiene que mantenerse limpio. Los dientes, los ojos, el alimento y la bebida, todo debe estar libre de suciedad. Al mismo tiempo, esto también ayuda a que uno se mantenga saludable. El cuerpo debe ser lavado y cepillado a diario, pues en caso contrario la suciedad se irá adhiriendo y terminará por causarle problemas a la piel, cosa que puede llevar también a contagiar infecciones a otros. Aunque no se posea sino una o dos mudas de ropa, hay que preocuparse por lavarlas después de cada uso y no dejar nunca que acumulen suciedad.
Los libros que se usan para estudiar no deben dejarse tirados en cualquier parte que le plazca a uno. Hay que evitar hacer anotaciones en sus páginas, hay que mantenerlas limpias y sin manchas. Todo quien los vea debe poder apreciar el cuidado que los estudiantes ponen en mantener limpios todos sus efectos personales. Deberán también mantener limpias y ventiladas las habitaciones que ocupan, y mantener aseada toda el área cercana. Dentro de las habitaciones no hay que colgar ni poner cuadros o imágenes indecentes, sino sólo aquellos que inspiren pensamientos e ideales elevados.
Por muy rica que sea una persona, no podrá ser feliz si su salud es mala. Una salud precaria le impedirá incluso gozar de su fortuna. Una comida la hará sentirse exhausta, y el no comer la hará sentirse débil. Así, solamente se arrastrará por la vida sin sentirse feliz jamás. Y la limpieza exterior promueve la salud y el contento.
Consideraremos a continuación la limpieza interior, es decir, el mantener libres de suciedad, serenos y sagrados la mente y los pensamientos. Cuando los pensamientos y los sentimientos son impuros o agitados, uno no puede mantenerse calmo ni contento. Cuando la mente está contaminada, también se contaminan las reacciones de la persona. Para mantener la mente limpia, uno deberá analizar con simpatía las situaciones tocantes a otros y a sus actividades, y sólo entonces decidir la forma en que se ha de reaccionar frente a ellos. Uno no deberá sacar conclusiones apresuradas. Tampoco resulta deseable adoptar como propias las reacciones de otros. Cada cual deberá determinar cualquier acción únicamente después de someter cada situación a una indagación y discriminación inteligentes. "Este rumbo de acción es seguido por algunos que son de los nuestros, por ende, también lo seguiremos nosotros". Esta actitud, además de significar un signo de debilidad, es algo despreciable y degradante.(2)
Las más elementales reglas de la limpieza personal son descuidadas en nombre de "lo novedoso" y del "neoespiritualismo". Se le ha dicho adiós al baño, se ha descuidado la higiene bucal y se cultivan y se toleran hábitos perjudiciales. La boca representa la puerta de entrada a la mansión física; ¡si la entrada está sucia, qué podríamos decir de la morada y de sus residentes!. La falta de limpieza se ha convertido en un culto popular. Es necesario que nos mantengamos alejados de sus partidarios, puesto que la limpieza es lo más cercano a la divinidad. Cabezas desaliñadas, despeinadas y cuerpos sucios denotan intelectos y mentes desarreglados y sucios.
Es cierto que muchos sabios y santos le prestaban poca atención al aseo personal, debido a que siempre se encontraban en los planos superiores cercanos a la Realidad. Imitarlos, sin la genuina convicción de que uno no es el cuerpo sino el morador universal, sólo puede ser hipocresía y exhibicionismo. El cuerpo ha de ser cuidado con esmero. Constituye un don precioso, una máquina muy complicada aunque bien coordinada que les ha sido proporcionada para cumplir con una tarea encomiable. También su exterior debe mantenerse limpio y mostrar el encanto de la bondad. La cáscara del fruto de la bienaventuranza es el cuerpo físico; la suculenta pulpa la representan los músculos, nervios y huesos, la dura semilla no digerible viene a ser el mal que se entremezcla en la vida; el jugo que ofrece el fruto y por el cual se ha plantado y cuidado el árbol, es la dicha que se comparte con todos. El cuerpo brillará cuando el carácter sea intachable, su encanto lo preservarán el servicio a los hombres y la adoración a Dios. El Señor observará con mil ojos hasta la mínima actividad del hombre, para descubrir la más pequeña gota de amor desinteresado que la endulce.(3)



(1) Oración de Paramahamsa Yogananda: "Déjame limpio otra vez, Madre Divina" -
(2) La Sabiduría Suprema - Vidya Vahini - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Pag. 80/81 -
(3) Mensajes de Sathya Sai - Vol. IX - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Prashanti Nilayam, Extracto de Pag. 115/118.

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