"El mismo cielo está encima de la cabeza de cada uno, la misma tierra soporta los pies de cada uno, el mismo aire entra a los pulmones de todos, el mismo Dios los creó a todos, los alimenta a todos y termina la vida terrenal de todos, ¿por qué entonces este rol inhumano de enemigo y fanático, de lucha y defensa?".(1) |
En el lenguaje común se entiende que No-Violencia significa el no causarle daño físico a ningún ser viviente. Este no es su sentido verdadero. No-Violencia, implica y significa realmente no causar ningún daño a ningún ser, ya sea de pensamiento, de palabra o de obra. No-Violencia implica el proceso de limpiar y purificar los pensamientos, palabras y obras propios. Nuestro pensamiento, palabra y obrar deben armonizarse y unificarse.(2)
El animal que vaga libre ve un espejismo y, tomándolo por una charca de agua, corre hacia él, sólo para quedar decepcionado al no encontrar agua. De la misma manera, el hombre se engaña a sí mismo al creer que debe buscar la paz en el mundo que lo rodea. Corre tras todo lo que es material y todo lo que es efímero, sólo para que en el proceso se apague su entusiasmo y se sienta deprimido y desanimado. Se debe justamente a las influencias exteriores que uno se olvida de lo que es duradero, de lo que ha de buscar. Si, por el contrario, se corre tras lo transitorio, ello conduce al abatimiento y hasta llegar a sentirse impotente. En verdad, en cada individuo se encuentra este elemento de la paz en un estado natural. Desafortunadamente, no reconocen esta paz innata en ellos y la resultante es que quedan sujetos a la ansiedad y la agitación. Sólo la paz les puede conferir un estado de alegría y de bienestar. ¡Y no son la desazón, ni la ansiedad o la agitación las que llevan hacia la paz!. El santo Thyagaraja le entregó al mundo el mensaje de que se podía obtener la alegría y el bienestar únicamente a través de la paz. Cuando otros nos ponen en ridículo, nos critican o se burlan, perdemos nuestro sentido de paz y de ecuanimidad y tendemos a darle salida a nuestros sentimientos de ira y de odio. En tales momentos, cuando se nos ha provocado hasta el extremo, deberíamos esforzarnos por mantener intacta nuestra paz. Deberíamos poder sondear más en este aspecto; por ejemplo, si alguien nos critica, ¿acaso hay alguna justificación para esta crítica que se nos está haciendo?. Si en realidad tenemos un defecto, evidentemente tendríamos que intentar rectificar nuestras fallas, no debemos dejar que surja este sentido de agitación ante la crítica injustificada. El segundo aspecto se refiere a la persona que critica; aunque lo haga justificadamente, ¿tiene el derecho y la autoridad para hacerlo? Deberemos observar también el motivo que hay tras la crítica, ¿es que la otra persona nos odia o hay algún elemento de envidia en ella? ¿Por qué nos critica? Si el motivo es la envidia o el egoísmo, obviamente deberemos decirnos: RESULTA NATURAL DE SU PARTE EL COMPORTARSE ASI. No estará utilizando sino lo que NATURAL PARA ELLA. Mas no es natural para nosotros, de modo que deberíamos hacer que afloren nuestras propias cualidades naturales. La paz nos es connatural, somos en verdad, encarnaciones de la paz. Existen los que se inclinan hacia los sentimientos de envidia, ego e ignorancia y que, debido a ello, tienden a salirse de ruta. Mas, si nos dejamos desviar así, a la larga no seremos beneficiados. Lo que más necesita el hombre es la paz. Sin paz, no hay vida. Ya sea que nos esforcemos por ella o por cualquier otro medio debemos empeñarnos en mantener intacto nuestro espíritu de paz. Puede que el cuclillo cante y que el cuervo no aprecie su dulce canción, puede que el pato no se alegre al ver a un cisne, pero nada ganan con ello. Así también, si se dejan arrastrar por estos otros sentimientos, a la larga estarán perdiendo su propia naturaleza. La paz es la fragante flor que nace del puro amor. Se trata de la fragancia que deriva como resultado de las buenas obras de uno. Esta noble y fragante cualidad de la Paz representa algo que no deben perder, porque con ella, lo habrán perdido todo en la vida. Ya desde tiempos antiguos, ha habido rishis y sabios en este país que se empeñaron en proclamar la grandeza de este shanti o paz. Fueron criticados, ridiculizados y desprestigiados y tuvieron que sufrir inenarrables miserias, pero jamás perdieron esta paz que tenían. Esta no es la característica primaria que uno debería exhibir. Representa esa cualidad de permanecer imperturbable y sereno, que si la pierden, habrían perdido su identidad. Han nacido en la raza humana, son seres humanos, se mueven en una sociedad compuesta por seres humanos, y se les denomina "seres humanos". Mas de qué sirve todo ello si no manifiestan las cualidades que hacen al ser humano? Esta paz es lo que le agrega fragancia a vuestra vida. Tienen un árbol como el sándalo, toman un hacha y lo cortan; nada le hace el árbol al hacha, mas el hacha lo ha herido, sin embargo, lo que sucede es que el hacha queda perfumada con la fragancia del sándalo. De igual manera, un verdadero sadhaka, un verdadero devoto, debería velar por mantener intacta su paz. BAJO CUALQUIER CIRCUNSTANCIA DEBERÍA IRRADIAR PAZ EN SU ENTORNO. ESTE ES EL SADHANA PRIMORDIAL. Hablando sinceramente, hemos perdido de vista lo que deberíamos tener en la mira para esta vida, y como resultado, nos hemos extraviado y estamos desperdiciando nuestro tiempo y nuestra energía. Si una mano actúa sola para ofrecerse, se dice que no le produce daño alguno a la sociedad, mas si se ofrece también la segunda y ambas actúan en combinación, el daño es indecible. Debemos esforzarnos por enfrentar a los enemigos que están dentro de nosotros y no a los que están afuera. Este es el tipo de sagrado sadhana en que cada sadhaka deberá empeñarse. En esta creación nuestra, hay árboles, animales y todos los demás tipos de formas de vida que ayudan al hombre. Pero el hombre se ha vuelto egoísta y está perjudicando a su propia raza, daña a sus propios padres, a sus propios maestros y le está causando daño a Dios mismo. ¿Cuál es la causa de todo esto? ¿Por qué una persona se transforma así? No es nada más que el egoísmo sin fin, el egoísmo y el afán de promover los propios fines; por ello este hombre llega a cualquier extremo y se olvida de sí mismo, mas no duden que todo el tiempo hablará de ideales tales como Sathya, Dharma, Shanti, Prema y Ahimsa, aunque no los practique. Nunca los pone en práctica. Este es el problema principal, así que, en vez de hablar tanto, traten de practicar, eso es lo urgente. Sólo cuando el hombre promueve estos nobles ideales en sí mismo, sentará un nuevo peldaño para actos superiores futuros. En este mundo, todo lo que hagamos por medio del cuerpo que se nos ha dado estará sintonizado con esto. Mas el hombre no es esfuerza por entender esta significativa verdad. Si desean obtener una cosecha de una cierta variedad, se aseguran de que estén sanas las semillas, nunca sembrarían semillas defectuosas o enfermas. Siembran las semillas buenas y sanas y así también los frutos serán buenos y sanos. De igual manera, si siembran las semillas de estas plantas espinosas, obtendrán nada más que espinas en todas partes, las que los herirán sólo a ustedes. Deben considerar, además, que no pueden sembrar y cosechar de inmediato, requerirán de un cierto tiempo. Esta es la verdad que deben entender. Es como si al haber hecho algo malo hoy, sintieran: "Bueno, he hecho algo malo, pero no he obtenido ningún resultado adverso ... " ¡No se dejen arrastrar por este sentido del ego! Porque lo que hayan hecho no es sino la siembra de la semilla, el fruto lo recibirán más adelante, y será un fruto malo ... ¡No se olviden de esta verdad fundamental! Cuando siembran, ponen una sola semilla, pero ella les dará cientos de frutos. Así también, cuando se involucren en un acto malo, éste se multiplicará más adelante y los frutos llegarán a ustedes de muchas maneras. Similarmente, lleven a cabo sólo un acto bueno en el día de hoy, y un número incalculable de obras positivas les saldrán al encuentro en una fecha posterior. De este modo, tanto el bien como el mal que experimenten no es sino el resultado de lo que hayan hecho en una etapa anterior. Nada tienen que ver con la influencia de la gente o las circunstancias que los rodeen. El tipo de acción o karma a que se entreguen proclama vuestra propia naturaleza o, más bien, les hace obtener lo que les está destinado. Lo que hayan encontrado es lo que conforma vuestros hábitos, vuestros hábitos van transformándose en vuestra naturaleza y vuestra naturaleza, a su vez determina el fruto. Es así que este fruto no está en nuestras manos. Si desean experimentar lo bueno, traten de hacer algún bien ahora, lleven a cabo cosas que tengan que ver con la paz. Para poder proclamar nuestra propia naturaleza, nuestra propia raza, casta, credo, religión y país, se hace necesaria esta paz. La Antigua India tenía paz en abundancia. ¿Cuánta gente ha habido que ha tratado de atacar e invadir a este país? Mas él siempre respondió con paz y tolerancia, hasta que llegara el momento de actuar. Así también ustedes deben esperar que les llegue el momento, y tener paciencia. Adecuándose a las circunstancias que prevalezcan, refuercen el sentimiento de paz. Si llegaran a sentir que se ha puesto como un hierro candente, denle solamente un soplo y lo quebrarán. Cuando el hierro candente se ha enfriado se puede utilizar sin que se dañe. Es por ello, que se dice: espera el momento y cuando llegue el momento oportuno, ataca y ganarás. Mas para eso necesitarán de este sentido de la paz, porque la paz será la causa de vuestra victoria. El mundo ha llegado a este lamentable estado únicamente debido a la envidia y al egoísmo. Este mundo tiene que ser traído de nuevo al camino correcto, y sólo el amor y la paz lo pueden lograr. Nuestros pensamientos, nuestras acciones y nuestras emociones debemos llenarlas de amor, de verdad y de paz, porque así se convertirán nuevamente en amor. Y, por otra parte, el amor es la causa de todos nuestros éxitos. PUEDE HABER GENTE QUE LOS ODIE, MAS USTEDES DEBEN AMARLA. Sólo entonces habrán vivido una vida acorde con lo que se ha establecido en este país.(3) |
(1) Mensajes de Sathya Sai - Vol. VII - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Bombay - 12-5-70 - Pag. 165 -
|
DIOS ES AMOR
INCAPACIDAD DE DAÑAR
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario