"Padre Celestial, Te damos las gracias por compartir con todas las criaturas y las fuerzas naturales Tu responsabilidad de llevar adelante el trabajo de la creación. No permitas que nosotros Tus hijos humanos, nos lamentemos nunca de nuestras tareas. ¿Acaso Tú no haces que la abeja esté siempre activa; que los animales provean de alimento a sus hijos, y que los oscuros carros-tanques del cielo rieguen con fresca lluvia los campos sedientos? La amiba, el chotacabras y los gigantescos planetas de ojos de fuego que gruñen en al selva del espacio, todos desempeñan una parte de Tu trabajo. ¡Oh Cuidadoso Señor, el más atareado de todos! Lo mismo tomas nota de la caída de un gorrión, que cuidas del más ligero rasguño del cuerpo, o señalas el rumbo a la trayectoria de los meteoros. Con Tus dedos vibratorios modelaste la bola de arcilla de la tierra, y a diario la haces girar, sujeta con rayos al sol, dando vueltas rítmicamente a su derredor. ¡Oh Cósmico Alfarero! En Tu trono de vida modelas trillones de vasijas de carne, originales sin duplicado, que son los vehículos vulnerables del Espíritu Inmortal del Hombre. Tu invisible fábrica de creación lo produce todo: Los accesorios y el equipo requeridos por Tus hijos para sus mansiones físicas, mentales y espirituales. Tu eres El que crea, El que manufactura y El que oportunamente, exhibe los "Productos de la naturaleza". Eres el Vendedor Celestial que encomia el valor de las nueve posesiones interiores, para el arte refinado del apacible vivir. Tu plan de cooperación precisa que el hombre Te ofrezca remuneración por Tus mercedes. Tendrá que dar dinero o que trabajar la tierra para obtener el alimento que lo nutra; deberá ser cuidadoso y moderado para conservar su salud, tendrá que pagar con las monedas del estudio y del mejoramiento de sí mismo, las corrientes de luz y fuerza necesarias para hacer acogedora la cabaña de su mente. Y habrá de cavar hondo dentro de sí mismo, con esmero y diligencia hasta hacer que aflore el manantial de las aguas de la devoción que habrán de purificarlo para Tu advenimiento. Todas las cosas materiales pueden comprarse o venderse, pero Tú, ¡Oh Ser Inapreciable!, no estás en venta. Cada uno de Tus Hijos volverá en Sí algún Día y se dará cuenta de su divina situación legal. Entonces, Tu gracia, en forma De inagotable bienaventuranza, descenderá sobre él como un don generoso y eterno".(1) |
Debemos seguir cumpliendo con nuestros deberes y obligaciones de manera apropiada, día a día, con entusiasmo y alegría. Eso mismo nos producirá dicha. No debemos preocuparnos por el futuro ni cavilar sobre el pasado. Todo eso no son más que nubes pasajeras. En uno u otro momento deberemos conocer la Verdad acerca de nosotros mismos. Deberemos comenzar a saber de ella a partir de ahora mismo.
Deberemos estar alerta todo el tiempo, porque no sabemos cuando se derramará sobre nosotros la Gracia del Señor, Sus Bendiciones o Su Amor, en qué momento, en qué lugar y bajo qué circunstancias. No podemos vislumbrar cuáles son los Planes Divinos. Sabiendo que en este mundo no hay nada permanente, no debiéramos preocuparnos en absoluto. No debemos darle carta blanca a ningún tipo de preocupación. Sólo entonces podremos calificar para llegar a ser divinos.(2) Cuando sus pasos van dirigidos a Dios, el hombre no tiene ningún motivo para temer; pero cuando se va alejando de Dios, el temor lo persigue a cada momento. Dios es la fuente de la más alta felicidad. Las personas quieren felicidad, pero aceptan como genuina la falsa felicidad que dan los sentidos. Nadie sabe que la naturaleza no es sino la vestimenta de Dios. Nada es real salvo Dios. Cuando el sol de la mañana se levanta por encima del horizonte y ustedes se alejan de él, su sombra se alarga y pavonea delante de ustedes. Esa sombra es maya, la ilusión primigenia, la ignorancia básica, engaña y esconde la Verdad y la reviste del disfraz de la falsedad. Para eliminar a la maya y escapar de su sombra, deben caminar hacia el sol; entonces la sombra caerá detrás de ustedes. Cuando el sol (que es la fuente de la razón y la inteligencia) se eleva cada vez más alto, la sombra se acorta y disminuye hasta que finalmente cuando el sol está justo encima de ustedes, la sombra o maya se agazapa a sus pies, entregándose, y la pueden pisotear. Así también, cuando su inteligencia superior domine, la maya no podrá echar su malvado hechizo sobre ustedes. El verdadero devoto está profundamente consciente de la transitoriedad de los triunfos terrenales, sabe que la muerte es el árbitro final, que Dios es el único dispensador, y, así, está firme y sereno en la tempestad o en el buen tiempo. El no resbalará ni trepará, suceda lo que suceda, sabe que el Dios que adora vive en la brizna de hierba y en la estrella más distante. Dios escucha las oraciones que se elevan en todos los idiomas y aun en el silencio de los mudos. No tiene ningún rasgo de ira o de preocupación. Ustedes tampoco tienen ninguna razón para desarrollar ira y ansiedad. Si Dios está de su lado, tienen al mundo en su mano. Esta es la lección que dan las escrituras de la India: "Abandona toda atadura al derecho y al deber, ríndete sin reservas a Mi y Yo te protegeré del pecado y te liberaré de ese triste ciclo de "entradas" y "salidas" del escenario de la vida. Puedes permanecer siempre en tu propia realidad de calma eterna". Eso es lo que aseguró el Señor.(3) |
(1) Oración de Paramahamsa Yogananda: "Oh Alfarero Cósmico! Siempre estás ocupado"
|
DIOS ES AMOR
DESPREOCUPACIÓN
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario