"En la Paz de la noche yo Te adoro. La luz del sol que hacía visibles miríadas de tentaciones mundanas, se ha desvanecido. Una a una voy cerrando las puertas de mis sentidos, para que ni la fragancia de la rosa ni el canto del ruiseñor distraigan a mi amor de Ti. Como la Noche, yo Te adoro en lo recóndito y en el silencio. En el santuario de la oscuridad yo Te invoco. ¡Bienaventurado! ¡Bienamado!".(1) |
El cuerpo debe ser mantenido en buenas condiciones, pues sólo cuando está encarnado en este tabernáculo humano puede el hombre realizar a Dios. El cuerpo es fuerte o débil, un instrumento eficiente o ineficiente de acuerdo con el alimento, las recreaciones y hábitos.(2)
¿Para qué fin debe mantenerse la salud? ¿Cuál es el mejor uso que se le puede dar al cuerpo? Porque el cuerpo, con todo su arsenal de sentidos, intelecto, emociones y memoria, es un instrumento, un implemento, un carro que uno usa para moverse hacia una determinada meta. El dueño del carro es siempre más importante que el carro mismo, es por su bien que el carro debe ser mantenido en buena forma y funcionamiento. La duración de la vida está bajo el control de Aquel que dio la vida, el Creador. Las principales causas de la mala salud y de la muerte, son el temor y la pérdida de la fe. Si uno se concentra en el Alma, que no tiene características ni cambios, que no sufre senilidad ni declinación ni daño, el hombre puede vencer a la muerte.(3) El cuerpo, está compuesto de cinco elementos: tierra, agua, fuego, aire y éter, elementos que actúan sobre los sentidos como olor, gusto, color, textura, y sonido. Puesto que los elementos son emanaciones divinas, cada uno de ellos debe ser tratado con reverencia y cautela. Por ejemplo, la tierra. Si esparcen semillas en la tierra, pueden no brotar, si las plantan demasiado profundo, tampoco podrán echar sus retoños. Pueden abandonar la lucha por elevarse, hasta la luz. Así también, cada elemento debe ser usado bajo ciertas limitaciones, no cuándo y cómo lo deseen. El tomar agua puede llegar a ser una tortura, si el límite es sobrepasado. Así también, hay un límite al calor que pueden soportar o al sonido que pueden oír, sin sufrir daño, no pueden respirar cómodamente durante un tifón, ni pueden sus tímpanos resistir la presión de una explosión muy cercana. Cualquier uso de los elementos por encima de los límites establecidos es un sacrilegio. Traten a los elementos como si fueran la vestimenta del Todopoderoso. El es la corriente que activa todo por doquier.(4) La oración regular dos veces al día dará fuerza y valor que podrán ayudarlos a resistir la enfermedad. La Gracia de Dios conferirá Paz mental y, consecuentemente, un buen sueño y descanso para la mente. Sientan que dependen ciento por ciento de Dios, El se ocupará de ustedes y los salvará del daño y el peligro. Cuando se van a acostar, ofrézcanle agradecido homenaje por guiarlos y protegerlos durante el día. Solo la persona sana puede darse el lujo de olvidar su cuerpo y dedicar sus pensamientos a Dios y derivar bienaventuranza de ello. La mente es el undécimo sentido y como los otros diez, uno debe reducirla al estado de un instrumento obediente en manos del intelecto. La enfermedad es el resultado inevitable de la ociosidad y la complacencia; la salud es la consecuencia inevitable de una vida ardua. El mantener la mente fija en Dios y en ideas buenas también ayuda a la salud. No lean cosas enervantes o excitantes, no asistan a funciones de cine que agotan o inflaman la mente. No pierdan la fe en sí mismos, que son lo divino en el cuerpo. El contento es el mejor tónico. Tomen el sol, dejen que los rayos del sol penetren en el hogar, déjenlos caer sobre el cuerpo durante algún tiempo, dejen que caliente e ilumine sus ropas y el alimento, esto los llenará de salud. Párrafos tomados con gratitud y por cortesía del Trust de Publicaciones y Libros de Sri Sathya Sai, PO Prashanti Nilayam, Anantapur (A.P) pin - 515134 (India) de donde de varias publicaciones, han sido escogidos los trozos citados:
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(1) Oración de Paramahamsa Yogananda: "La oración de la noche" (2) Mensajes de Sathya Sai - Vol. VI - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Prashanti Nilayam, 5-10-67 - Pag. 64 -
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DIOS ES AMOR
DESCANSO
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