VALORES HUMANOS
VALORES HUMANOS: DEBER

DIOS ES AMOR

CONGRESO LATINOAMERICANO DE EDUCACION EN VALORES HUMANOS

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DEBER


"El deber es Dios. Cumplan con él y
estén contentos".
(1)

El Deber Es Dios; El Trabajo Es Adoración.

Cuando ustedes cumplen su deber al máximo de su habilidad y destreza y para el mayor beneficio de la organización de la cual son miembros, habrán adorado a Dios y El ciertamente estará complacido. Sus vidas están entre yantras (máquinas); cuando convierten su trabajo en adoración, la atmósfera será de mantras (fórmulas de alabanza a Dios), ¡y no de yantras!(2)
El hombre debe reconocer su compromiso con la sociedad y su deber hacia ella; ésta es la mejor forma de resolver los problemas cotidianos. Se les presta más atención a los argumentos y contraargumentos, a las proposiciones y oposiciones, a los planes y programas; el objetivo de los egocentristas es más bien ganar una victoria verbal que el logro de una meta precisa y correcta. No se intenta impulsar las virtudes sociales como la honestidad, la tolerancia y la cordialidad.
La sociedad es la expresión de la Divinidad como una multiplicidad, con su amor, su devoción, su fe, su empeño por lograr su bienestar y consuelo. El individuo tiene que manifestar, por medio de la palabra y la acción, la bienaventuranza inherente en él y en la sociedad.(3)
El Karma Yoga enseña cómo deben llevarse a cabo las acciones. Prescribe el deber por amor al deber. "Yogah Karmasu Kausalam" (el yoga es excelencia de acción). Le permite al hombre reconocer en sí mismo la imagen de lo Divino. La acción justa y el control de los sentidos son esenciales para el cultivo del amor y la bondad universales. Son el cimiento de la vida buena.
No todos llegan a entender el significado del karma yoga. Muchos desprecian trabajos como el asear las calles, ayudar a los enfermos, alimentar a los hambrientos y servir a los pobres y destituidos como algo poco digno. Esto es un craso error. El Supremo Señor de los tres mundos, el mismo Sri Krishna, cuando descendió para proclamar el divino destino del hombre, le prestó servicio a bestias y aves. Cuidó caballos y vacas con amor. En la gran guerra de Kurukshetra, declinó blandir la espada. Se contentó con actuar como mero auriga. Y por este medio hizo que se conociera el ideal del servicio desinteresado.
La verdad subyacente en el karma yoga es la demostración de la unidad que abraza la diversidad en el universo. La acción carente de deseos demuestra y promueve el principio del Amor. No hay sadhana espiritual mayor que el servicio.(4)
Habremos de entender los detalles de la metodología y los deberes que van con la palabra Dharma (Rectitud o Acción Correcta). Es claro que el aspecto que lo engloba todo o aquello que vemos a nuestro alrededor, es Dharma. Antes de la investigación sobre la Rectitud y sobre Dios hemos de reconocer la necesidad de la investigación sobre el karma. Sólo cuando entendamos el conocimiento referente al karma, podremos entender lo que es el conocimiento de la Rectitud. Y sólo después de eso, podremos entender el conocimiento de Brahman.
La relación entre karma, Rectitud y Dios puede explicarse mejor por medio de un ejemplo que nos es familiar en nuestra vida diaria. Cuando vamos a preparar un tipo especial de comida y luego ingerir los alimentos, debemos recordar ante todo que reunir las cosas que vamos a necesitar, los diferentes ingredientes, etc., constituye el proceso primordial. Aquí el fuego que se necesita para cocinar; los recipientes y los ingredientes forman parte del funcionamiento del karma. Una vez que los hayamos reunido a todos, podemos comenzar a cocinar. El acto de cocinar será el karma o trabajo. Después de haber terminado con los preparativos, el acto de comer los alimentos preparados vendría a ser como el conocimiento de la Rectitud. Si entonces tratamos de encontrar los méritos o las carencias, como la falta de sal, de azúcar, de pimienta, etc., en los alimentos preparados, esto sería la investigación sobre Dios. Si queremos compararlos con diferentes etapas en otra analogía, nuestro nacer mismo es ansiar la realización del karma. Después de haber nacido, realizar los detalles de la vida y cumplir con los deberes correspondientes al momento y a las circunstancias, es conocimiento de la Rectitud. Cuando, después de cumplir con estos deberes, se concluye que el mero cumplimiento del deber no otorga Bienaventuranza o que no la hay en el solo conocimiento de la Rectitud, se hace necesario iniciar la investigación sobre Dios. Si uno no nace, no existe la posibilidad de cumplir con sus deberes y, sin cumplir con sus deberes, uno no tiene la posibilidad de darse cuenta de que no hay Bienaventuranza en esta actividad. En otras palabras, al karma del nacimiento le sigue el llevar a cabo la Acción Correcta, y al cumplir con la Rectitud le sigue el darse cuenta de la falta de Bienaventuranza y de ahí se llega a la búsqueda de Dios. La conexión que existe entre el nacer o karma, con la Rectitud y Dios es muy estrecha y uno ha de seguir al otro. Si tomamos otra analogía, el karma ocupará el primerísimo pétalo de una flor. Lentamente y pasando el tiempo, los pétalos se irán cayendo y no quedará más que el capullo. Cuando hacemos lo que hay que hacer con el capullo, se desarrollará en una fruta. Cuando probamos la fruta verde, nos damos cuenta de que no hay dulzura en ella y la guardamos, haciendo lo que hay que hacer con la fruta hasta que madure por completo y endulce. Es así que, gradualmente, la dulzura reemplaza a lo amargo. En todo este proceso, la flor, la fruta verde y la fruta madura no son más que transformaciones de una misma cosa y no son esencialmente diferentes entre sí. De manera similar, karma, Rectitud y Dios son, simplemente, tres aspectos diferentes del mismo Dios. En las dos primeras etapas del karma y de la Rectitud, puede que haya algunas dificultades, pero en la tercera etapa de Brahman, ya no hay dificultad alguna y uno estará lleno de dicha o Bienaventuranza. Por otra parte, sea cual fuere la senda que uno siga, la meta a la que llegue será la misma.(5)
El Veda ha entregado los mandamientos que se refieren a nuestra vida diaria, pero todos los preceptos los ha estado entregando con amplitud de mente. El Veda no sólo contiene mandamientos concernientes a los deberes de nuestra vida cotidiana, sino también todo un código de conducta que la rebasa, como la Rectitud y la Liberación. El Veda nos habla de variados aspectos que se ubican más allá de la experiencia directa y, a veces, incluso más allá de la evidencia inferida. El Veda ha mantenido siempre el punto de vista de que no pueden dividir sus deberes en dos compartimientos: los temporales y los espirituales. Ellos prescriben diferentes tipos de acciones considerando a todo tipo de actividades como interrelacionadas, ya sea temporales o espirituales. El Veda nos ha dicho que es un pecado dividir nuestras actividades en dos partes y decir que una cosa es trabajo de uno y la otra, trabajo de Dios. En todas las labores que hemos de llevar a cabo en nuestra vida, no hay nada que puedan considerar como propio: todo es trabajo de Dios. Habrán de llevar a cabo todos vuestros trabajos creyendo que es el trabajo de Dios y así el Omnipresente Señor se hará cargo de los resultados. Estará presente en ustedes como el Alma, y, si mantienen esta orientación, se ocupará del éxito. Si no son capaces de servir y satisfacer a los seres humanos que están con ustedes y que son sus iguales, ¿cómo podrían satisfacer a Dios a quien no pueden ver con los ojos físicos, que no vive con ustedes ni es como los demás seres humanos? El Veda afirma también que si le causan daño a los seres vivientes que viven con ustedes, no tiene sentido el adorar a Dios. Si por cualquier razón se ven incapacitados para hacer el bien, refrénense al menos de hacer el mal a otros. En sí mismo esto ya es un gran bien.(6)



(1) Mensajes de Sathya Sai - Vol. VI - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Madrás, 1-4-67 - Pag. 28 -
(2) Mensajes de Sathya Sai - Vol. VIII - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Bangalore 2-1-72 - Pag. 78
(3) Mensajes de Sathya Sai - Vol. VIII - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Hyderabad, Abril del 73 - Pag. 183 -
(4) Divinas Palabras - Vol. I - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Pag. 8 -
(5) Lluvias de Verano - Tomo 3 - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Pag. 70 -
(6) Lluvias de Verano - Tomo 3 - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Pag. 230 -

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