AMADO SEÑOR: Ayúdame a esparcir tu fragancia dondequiera que vaya. Inunda mi alma de tu espíritu y vida. Penetra y posee todo mi ser hasta tal punto que toda mi vida sólo sea una emanación de la tuya. Brilla a través de mí, y mora en mí de tal manera que todas las almas que entren en contacto conmigo puedan sentir tu presencia en mi alma. Haz que me miren y ya no me vean a mí sino solamente a Ti, Oh Señor. Quédate conmigo y entonces comenzaré a brillar como brillas Tú; a brillar para servir de luz a los demás. La luz, Oh Señor, irradiará toda de Ti, no de mí, serás Tu quien ilumines a los demás a través de mí. Permíteme pues alabarte de la manera que más te gusta, Brillando para quienes me rodean. Haz que predique sin predicar, no con palabras sino con mi ejemplo, por la fuerza contagiosa, por la influencia de lo que hago, por la evidente plenitud del amor que te tiene mi corazón. Amén.(1) |
El hombre, mientras está en este mundo transitorio, avanzando entre la alegría y la tristeza, siente una gran necesidad de tener a alguien a quien poderle comunicar sus sentimientos, con quién compartir sus descubrimientos, sus depresiones, sus momentos de dicha y de aflicción, alguien que esté a su lado durante el fatigoso caminar hacia la Verdad y la Paz, que le infunda valor y entusiasmo para llegar a la meta.
Las personas que puedan dar un buen consejo, que puedan dar alivio y consuelo, son un precioso regalo que rara vez se encuentra. El corazón debe comprender al corazón, el corazón debe ser atraído hacia el corazón para que haya verdadera amistad. Los amigos no se ganan por el estatus social o por la manía del despilfarro, por el destello exterior o por los halagos. Vean hasta el fondo del alma, entiendan los motivos y al motivador interno, las aspiraciones y logros más profundos, y luego concedan su lealtad. El sentimiento de amistad debe activar cada nervio, debe impregnar cada célula y purificar todas las emociones; no deja espacio a la menor traza de egoísmo. No deben elevar a la noble categoría de amistad a cualquier compañía que solo busque explotarlos o estafarlos para beneficio personal. Tal vez el único amigo que pueda pasar esta prueba tan rigurosa sea Dios. El Bhagavad Gita es una guía invaluable para entender y practicar esta noble emoción. Cuando Arjuna se sentía descorazonado y deprimido, Krishna le infundió valor y un alto sentido del deber, ayudándolo a evitar una vergonzosa derrota; Arjuna también como buen amigo, tomó el consejo de buen grado, con plena confianza de que el Señor sólo quería lo mejor para él, pues sabemos que Arjuna confiaba absolutamente en la sabiduría y el poder de Krishna. Cuando éste le dijo que eligiera: "Para ayudarte en la batalla puedes escoger a mi ejército entero o a mí, desarmado y decidido a no pelear a pesar de cualquier provocación", Arjuna no dudó ni un instante al decidir lo que quería. Escogió a Krishna y oró para pedirle que fuera su auriga en el campo de batalla. Hace mucho tiempo, existió una persona que tenía tres amigos. Por un mero accidente, fue acusado de un crimen que no había cometido y se le detuvo. Se acercó a uno de los amigos y le pidió que actuara como testigo de su inocencia. El amigo le contestó: "No saldré de esta casa, sólo puedo ayudarte desde aquí". El segundo amigo le dijo: "Yo sólo puedo llegar hasta la entrada de la Corte, no llegaré hasta el lugar del testigo". El tercero le respondió: "Claro, yo hablaré por ti, donde sea necesario". El primer amigo son las propiedades y posesiones, el que sólo puede ser testigo desde dentro de la casa. El segundo son los parientes y miembros de la familia, que van hasta el cementerio pero no acompañarán a la persona hasta el banquillo de los acusados. El tercer amigo es el buen nombre ganado por las virtudes y servicio, que perduran hasta después de la muerte y después del sepelio permanecen como testigos por siempre y anuncian la inocencia y grandeza del individuo. También determinan la naturaleza del siguiente nacimiento. Deben esforzarse por adquirir y conservar buenos amigos. No pospongan esta tarea, no hagan caso de lo que algunas personas mayores les aconsejan, acerca de que el sendero espiritual se puede recorrer más tarde, cuando se hayan retirado de la vida activa, ellos les dicen que pueden seguir el camino marcado por el Bhagavad Gita cuando se hayan hecho viejos, pero esto equivale a decirle a una nación que puede esperar hasta que la guerra empiece para empezar a entrenar su ejército. Se necesitan muchos años de preparación para que un ejército pueda enfrentar cualquier contingencia, si no es así, y le entregan armas a gente que no está preparada, se provocará un desastre hasta para la propia nación. Las buenas acciones y los buenos pensamientos que uno abriga y conserva durante la vida se mantendrán siempre firmes, como un buen amigo, cuando uno se acerca al final. Por eso, ustedes deben estar decididos a actuar sólo cuando lo que hagan fomente su paz y su progreso y la paz y la prosperidad de toda la humanidad. No dañen su futuro persiguiendo beneficios temporales y el engrandecimiento egoísta. Busquen y ganen las buenas amistades que los mantendrán siempre a salvo. La amistad es la expresión de un amor firme, inconmovible, de un amor que es noble y puro, libre de deseo o de egoísmo. Los bendigo para que lleguen a tener amigos así y para que ustedes puedan hacer felices a otros brindándoles este tipo de amistad sagrada.(2) |
(1) John Henry Newman (Una de las oraciones favoritas de la Madre Teresa, que recitan cada día las Misioneras de la Caridad) -
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DIOS ES AMOR
CONFIABILIDAD
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