"Oh Padre, Madre, Amigo, Bienamado, Dios! Yo razonaré yo querré, yo actuaré, pero guía Tú mi razón, mi voluntad y mi actividad, hacia lo que debo hacer".(1)
Aunque el hombre no es capaz de estar en sosiego ni por un momento, no podemos llamar Paz a la simple ausencia de cólera. La adquisición de un objeto deseado y la satisfacción que de ello se deriva no deben ser confundidas con la Paz.
Por otra parte, la Paz que ha penetrado en el corazón no puede ser trastornada por ninguna razón, esa es la única clase de Shanti que merece ser llamada Prashanti; y es que la Paz Suprema no tiene altibajos, no puede ser parcial en la adversidad y total en la prosperidad. No puede ser una cosa hoy y otra mañana ya que un flujo permanente de Bienaventuranza es lo que se llama Paz Suprema.(2)
La Paz genuina es obtenida por el control de los sentidos; sólo cuando esto se alcanza podrá llamársele Paz Suprema. La experiencia de tal estado es el flujo de la Paz que calma la agitación mental, nivelando los torbellinos de los gustos y aversiones, el amor y el odio, el dolor y la alegría, la esperanza y la desesperación. La Paz debe ser obtenida y mantenida sin perturbaciones. La Paz es la Naturaleza del Alma, infinita e imperecedera, a diferencia del cuerpo y la mente; universal, sutil, y su esencia misma es el Conocimiento; por consiguiente la Paz también posee estas características. El Conocimiento del Alma destruye lo ilusorio, la duda y el temor, de ahí que confiere la Paz más inmutable y, con ella, la santidad y la felicidad. El Alma no es el objeto del conocimiento sino su fuente y manantial.(3)
¡Beban las aguas del río de la disciplina! Sumérganse en ellas y límpiense; que su frescura alivie sus tristezas y dolores y apague los juegos del pecado. Otra enfermedad ya ha comenzado a propagarse en el mundo para debilitar a la Paz. Son muchos los que como loros, dan abundantes consejos sobre moral, religión y disciplina. Pero son ellos quienes no practican siquiera una parte de tales consejos. Los llamados mayores sólo saben cómo hablar, pero no cómo actuar. ¿Cómo pueden aquellos que no saben cómo actuar, hablar de ello? ¡Las palabras sin experiencia son la enfermedad que padece el mundo actual! Esto debe ser tratado y erradicado, porque con ellos la Paz puede ser desviada. Hablar es fácil para todos, sin embargo, el aspirante espiritual genuino es aquel que actúa y luego habla basado en la experiencia. Aquel que solamente habla pero no actúa es la persona que ocasiona el desastre.(4)
Tienen que convencerse de que ustedes son el Alma Universal e Inmortal, esta certeza hará más fácil todo el sendero espiritual. Si, en cambio, se apasionan por la ilusión de ser el cuerpo, los sentidos, o solamente el ser individual, cualquier práctica espiritual que realicen será una fruta verde podrida que no creció ni maduró en el dulce fruto de la Paz ni aún en el transcurso de muchas vidas. Para experimentar que son la encarnación de la Paz deben comenzar por tener fe en ello ustedes mismos. Renuncien a la teoría de que ustedes son el cuerpo o los sentidos y esto los conducirá a la renunciación de los impulsos e instintos; cuando éstos desaparecen, ustedes adquieren autodominio y obtienen Shanti.(5)
La fe es una posesión individual; se adquiere y conserva a través del esfuerzo propio. Manikavasagar, el sabio tamil, acostumbraba decir: "Tú tienes la libertad de decir no; yo tengo la libertad de decir sí". A lo que se refería es que cuando negamos o aseveramos algo, actuamos en base a nuestra experiencia. ¿Cómo puede alguien refutar la experiencia de otro? Dios puede no existir en el horizonte de su experiencia, mas ya ha surgido en la mía; esto es lo que este creyente en Dios le dice al ateo. La hora que señala el reloj en su muñeca, es la hora correcta para él y así lo afirma, aunque otros puedan no estar de acuerdo. Sin embargo, él tiene la libertad de afirmarlo. Tengan fe, no permitan que se tambalee sólo porque otros carecen de ella. Hasta que vivencien que ustedes son divinos, que Dios es su esencia y realidad, padecerán estas "entradas y salidas", el mismo periódico no debe ser visto una y otra vez, día tras día; una vida debe ser suficiente para conocer el misterio. Así, por lo menos reconozcan que hay un misterio, busquen el misterio y descífrenlo.(6)
No avancen hacia Dios a través del mundo que los rodea. Afírmense en la fe de que ustedes son el Alma, que es una chispa divina en ustedes, y entonces actúen en el mundo como héroes a quienes el éxito no puede corromper, ni el fracaso puede derrotar. No es mi intención volver a los hombres hacia Dios, porque ya tienen a Dios residiendo dentro de ellos. No hay necesidad de ir hacia El o llamarlo para que venga desde algún lugar lejano. Vuélvanse conscientes de El como su motivador interno; eso es suficiente. Vayan hacia lo externo con la convicción de que ustedes son el Alma, entonces adorarán al mundo y no lo explotarán.(7)
Llenen sus corazones de amor, entonces las palabras que salgan de ellos estarán llenas de vitalidad y poder. No hay poder más efectivo que el amor. La gramática del amor hace que las palabras entren en los corazones de quienes escuchan y los muevan a la aceptación, la apreciación y la acción. Un verdadero devoto será firme en su fe, cualesquiera que sean los altibajos de la fortuna mundana. Elevará sus plegarias al Señor no para pedirle cosas, objetos materiales o el cumplimiento de sus deseos mundanos, sino la felicidad supramundana.(8)
Una vez un devoto se lamentaba diciendo: "Oh Señor, me has olvidado!" Esto es imposible, es el devoto quien se olvida que es hijo de Dios, que Dios es su constante amigo y guía. Dios es todo conocimiento, todo poder, todo misericordia. La fe en Dios ha de ser constante, firme en cada desafío que nos presente el destino o la fortuna. La hipocresía es no solo fatal para el progreso espiritual, sino que resulta funesta en cualquier área. La falta reside en la creencia de que las cosas suceden como resultado del esfuerzo y la planificación, de la inteligencia y el cuidado humanos. Sin la gracia divina nadie puede lograr el éxito en ninguna empresa. Se trata de un plan de Dios que está siendo llevado a cabo a través del hombre, pero éste se precia de haberlo realizado.(9)
El conflicto entre las personas que aceptan a Dios y las que lo niegan, entre quienes declaran que a Dios se le encuentra en este o en aquel lugar y quienes afirman que no se le puede encontrar en ninguna parte, nunca termina; ha existido a lo largo de toda la historia. Al considerar esta situación, uno tiene que recordar que es innecesario despertar a una persona que ya está despierta, y que es más fácil despertar a una que esté durmiendo, no podemos despertar, por mucho que tratemos, a una persona que no desea que la despierten. A aquellos que no saben se les puede enseñar, mediante simples ilustraciones, lo que no saben. Pero para los que tienen conocimiento a medias y se sienten orgullosos de ese conocimiento, cualquier educación adicional estará fuera de su alcance.
Los ojos ven una imagen extensa del espacio, pero no pueden ver la cara a la que pertenecen. Son instrumentos importantes del cuerpo, pero no pueden ver todo el cuerpo. Cuando quieren ver su cara y su espalda, tienen que poner un espejo enfrente y otro detrás, entonces, a través del espejo de enfrente también pueden ver el reflejo de su espalda. De igual manera, cuando desean conocer su realidad (la cara) y su futuro (la espalda), tienen que ajustar el espejo de la confianza en ustedes mismos (confianza en que son el Ser) enfrente, y el espejo de la gracia divina detrás. Sin estos dos, es pura fantasía afirmar que conocen su verdad o destino.
¿Por qué atrae la Divinidad? ¿Es para engañar o distraer? No. Es para transformar, reconstruir, reformar, o un proceso llamado purificación. ¿Cuál es el propósito de la reconstrucción. Hacer a la persona útil para la sociedad, destruir su ego y afirmar en él la unidad de todos los seres en Dios. La persona que ha sido sometida al proceso de purificación se vuelve un humilde sirviente de los que necesitan ayuda. Esta es la etapa del servicio a Dios. El servicio de esta índole, llevado a cabo con reverencia y desinterés, prepara al hombre a conocer la unidad que permea la diversidad. La última etapa es el conocimiento de sí mismo. Actualmente, personas que no tienen ninguna experiencia o conocimiento de la ciencia espiritual y ninguna idea acerca de la Divinidad, hacen declaraciones erróneas sobre esos temas. El ojo sólo puede ver, la lengua sólo puede hablar y el oído sólo puede oír. Cada uno tiene que aceptar y estar consciente de sus limitaciones. La Divinidad sólo puede captarse a través del amor, la fe y la práctica espiritual, saturados con el amor universal. La razón es un instrumento demasiado débil para medirla, la negación de la Divinidad no la puede invalidar, la lógica no la puede revelar. Todas las críticas que ahora se están haciendo sobre la divinidad provienen de los ateos que son oportunistas, así que su deber es preservar su ecuanimidad.(10)
Por otra parte, la Paz que ha penetrado en el corazón no puede ser trastornada por ninguna razón, esa es la única clase de Shanti que merece ser llamada Prashanti; y es que la Paz Suprema no tiene altibajos, no puede ser parcial en la adversidad y total en la prosperidad. No puede ser una cosa hoy y otra mañana ya que un flujo permanente de Bienaventuranza es lo que se llama Paz Suprema.(2)
La Paz genuina es obtenida por el control de los sentidos; sólo cuando esto se alcanza podrá llamársele Paz Suprema. La experiencia de tal estado es el flujo de la Paz que calma la agitación mental, nivelando los torbellinos de los gustos y aversiones, el amor y el odio, el dolor y la alegría, la esperanza y la desesperación. La Paz debe ser obtenida y mantenida sin perturbaciones. La Paz es la Naturaleza del Alma, infinita e imperecedera, a diferencia del cuerpo y la mente; universal, sutil, y su esencia misma es el Conocimiento; por consiguiente la Paz también posee estas características. El Conocimiento del Alma destruye lo ilusorio, la duda y el temor, de ahí que confiere la Paz más inmutable y, con ella, la santidad y la felicidad. El Alma no es el objeto del conocimiento sino su fuente y manantial.(3)
¡Beban las aguas del río de la disciplina! Sumérganse en ellas y límpiense; que su frescura alivie sus tristezas y dolores y apague los juegos del pecado. Otra enfermedad ya ha comenzado a propagarse en el mundo para debilitar a la Paz. Son muchos los que como loros, dan abundantes consejos sobre moral, religión y disciplina. Pero son ellos quienes no practican siquiera una parte de tales consejos. Los llamados mayores sólo saben cómo hablar, pero no cómo actuar. ¿Cómo pueden aquellos que no saben cómo actuar, hablar de ello? ¡Las palabras sin experiencia son la enfermedad que padece el mundo actual! Esto debe ser tratado y erradicado, porque con ellos la Paz puede ser desviada. Hablar es fácil para todos, sin embargo, el aspirante espiritual genuino es aquel que actúa y luego habla basado en la experiencia. Aquel que solamente habla pero no actúa es la persona que ocasiona el desastre.(4)
Tienen que convencerse de que ustedes son el Alma Universal e Inmortal, esta certeza hará más fácil todo el sendero espiritual. Si, en cambio, se apasionan por la ilusión de ser el cuerpo, los sentidos, o solamente el ser individual, cualquier práctica espiritual que realicen será una fruta verde podrida que no creció ni maduró en el dulce fruto de la Paz ni aún en el transcurso de muchas vidas. Para experimentar que son la encarnación de la Paz deben comenzar por tener fe en ello ustedes mismos. Renuncien a la teoría de que ustedes son el cuerpo o los sentidos y esto los conducirá a la renunciación de los impulsos e instintos; cuando éstos desaparecen, ustedes adquieren autodominio y obtienen Shanti.(5)
La fe es una posesión individual; se adquiere y conserva a través del esfuerzo propio. Manikavasagar, el sabio tamil, acostumbraba decir: "Tú tienes la libertad de decir no; yo tengo la libertad de decir sí". A lo que se refería es que cuando negamos o aseveramos algo, actuamos en base a nuestra experiencia. ¿Cómo puede alguien refutar la experiencia de otro? Dios puede no existir en el horizonte de su experiencia, mas ya ha surgido en la mía; esto es lo que este creyente en Dios le dice al ateo. La hora que señala el reloj en su muñeca, es la hora correcta para él y así lo afirma, aunque otros puedan no estar de acuerdo. Sin embargo, él tiene la libertad de afirmarlo. Tengan fe, no permitan que se tambalee sólo porque otros carecen de ella. Hasta que vivencien que ustedes son divinos, que Dios es su esencia y realidad, padecerán estas "entradas y salidas", el mismo periódico no debe ser visto una y otra vez, día tras día; una vida debe ser suficiente para conocer el misterio. Así, por lo menos reconozcan que hay un misterio, busquen el misterio y descífrenlo.(6)
No avancen hacia Dios a través del mundo que los rodea. Afírmense en la fe de que ustedes son el Alma, que es una chispa divina en ustedes, y entonces actúen en el mundo como héroes a quienes el éxito no puede corromper, ni el fracaso puede derrotar. No es mi intención volver a los hombres hacia Dios, porque ya tienen a Dios residiendo dentro de ellos. No hay necesidad de ir hacia El o llamarlo para que venga desde algún lugar lejano. Vuélvanse conscientes de El como su motivador interno; eso es suficiente. Vayan hacia lo externo con la convicción de que ustedes son el Alma, entonces adorarán al mundo y no lo explotarán.(7)
Llenen sus corazones de amor, entonces las palabras que salgan de ellos estarán llenas de vitalidad y poder. No hay poder más efectivo que el amor. La gramática del amor hace que las palabras entren en los corazones de quienes escuchan y los muevan a la aceptación, la apreciación y la acción. Un verdadero devoto será firme en su fe, cualesquiera que sean los altibajos de la fortuna mundana. Elevará sus plegarias al Señor no para pedirle cosas, objetos materiales o el cumplimiento de sus deseos mundanos, sino la felicidad supramundana.(8)
Una vez un devoto se lamentaba diciendo: "Oh Señor, me has olvidado!" Esto es imposible, es el devoto quien se olvida que es hijo de Dios, que Dios es su constante amigo y guía. Dios es todo conocimiento, todo poder, todo misericordia. La fe en Dios ha de ser constante, firme en cada desafío que nos presente el destino o la fortuna. La hipocresía es no solo fatal para el progreso espiritual, sino que resulta funesta en cualquier área. La falta reside en la creencia de que las cosas suceden como resultado del esfuerzo y la planificación, de la inteligencia y el cuidado humanos. Sin la gracia divina nadie puede lograr el éxito en ninguna empresa. Se trata de un plan de Dios que está siendo llevado a cabo a través del hombre, pero éste se precia de haberlo realizado.(9)
El conflicto entre las personas que aceptan a Dios y las que lo niegan, entre quienes declaran que a Dios se le encuentra en este o en aquel lugar y quienes afirman que no se le puede encontrar en ninguna parte, nunca termina; ha existido a lo largo de toda la historia. Al considerar esta situación, uno tiene que recordar que es innecesario despertar a una persona que ya está despierta, y que es más fácil despertar a una que esté durmiendo, no podemos despertar, por mucho que tratemos, a una persona que no desea que la despierten. A aquellos que no saben se les puede enseñar, mediante simples ilustraciones, lo que no saben. Pero para los que tienen conocimiento a medias y se sienten orgullosos de ese conocimiento, cualquier educación adicional estará fuera de su alcance.
Los ojos ven una imagen extensa del espacio, pero no pueden ver la cara a la que pertenecen. Son instrumentos importantes del cuerpo, pero no pueden ver todo el cuerpo. Cuando quieren ver su cara y su espalda, tienen que poner un espejo enfrente y otro detrás, entonces, a través del espejo de enfrente también pueden ver el reflejo de su espalda. De igual manera, cuando desean conocer su realidad (la cara) y su futuro (la espalda), tienen que ajustar el espejo de la confianza en ustedes mismos (confianza en que son el Ser) enfrente, y el espejo de la gracia divina detrás. Sin estos dos, es pura fantasía afirmar que conocen su verdad o destino.
¿Por qué atrae la Divinidad? ¿Es para engañar o distraer? No. Es para transformar, reconstruir, reformar, o un proceso llamado purificación. ¿Cuál es el propósito de la reconstrucción. Hacer a la persona útil para la sociedad, destruir su ego y afirmar en él la unidad de todos los seres en Dios. La persona que ha sido sometida al proceso de purificación se vuelve un humilde sirviente de los que necesitan ayuda. Esta es la etapa del servicio a Dios. El servicio de esta índole, llevado a cabo con reverencia y desinterés, prepara al hombre a conocer la unidad que permea la diversidad. La última etapa es el conocimiento de sí mismo. Actualmente, personas que no tienen ninguna experiencia o conocimiento de la ciencia espiritual y ninguna idea acerca de la Divinidad, hacen declaraciones erróneas sobre esos temas. El ojo sólo puede ver, la lengua sólo puede hablar y el oído sólo puede oír. Cada uno tiene que aceptar y estar consciente de sus limitaciones. La Divinidad sólo puede captarse a través del amor, la fe y la práctica espiritual, saturados con el amor universal. La razón es un instrumento demasiado débil para medirla, la negación de la Divinidad no la puede invalidar, la lógica no la puede revelar. Todas las críticas que ahora se están haciendo sobre la divinidad provienen de los ateos que son oportunistas, así que su deber es preservar su ecuanimidad.(10)
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