AUTOESTIMA

"Enséñame a ser como la naranja que aun estando mordida o exprimida, sigue prodigando su innata dulzura. Que aunque me golpee la maldad, me flagele la crítica cruel o me hiera la incomprensión, sólo exhale yo, incesantemente, la fragancia del amor. Que así como los copos de jabón al ser batidos producen espuma limpiadora, que asimismo pueda yo ofrecer a todos, aun azotado por la ingratitud la espuma purificadora de mi más profunda sabiduría".(1)

En el Bhagavad Gita, se nos indican tres palabras: Inquirir, Visualizar, Aunarse con Ello. Hemos de inquirir respecto al aspecto del "yo". No obstante, ¿podrá satisfacerles la mera indagación en este sentido? No podrán satisfacer el hambre con sólo saber que hay comestibles en la cocina. Así también, no se verán satisfechas las necesidades que tengan sólo sabiendo cuáles con los artículos que se encuentran disponibles en el mercado. ¿Será posible disipar la oscuridad que envuelve al mundo por el simple hecho de difundir las noticias de la luz? Así como debemos entender ante todo la naturaleza del "yo", del "mundo" y de Dios, ha de seguir un segundo paso que es el de Visualizarlos. Tampoco esto representa el final, porque debe seguir un tercer paso en el que se adentren en el aspecto total y se identifiquen con él. Comienzan la búsqueda en la naturaleza y el origen del "yo", entonces logran la experiencia de su visión y luego se liberan, experimentando la no diferencia entre el testigo y lo presenciado.(2) En una entrevista en 1988, Bhagavan Baba habló acerca de la autoestima o autoconfianza como la cimentación sobre la cual se construye la casa de una personalidad segura. También dijo que una práctica común entre los psiquiatras era la de recurrir al ardid de hacer que la gente excave entre los peores sucesos negativos que le han ocurrido -como entre marido y mujer- lo cual destruye su autoestima. "La autoestima es muy importante!", dijo. ¿Qué es especificamente la autoestima y qué la crea o la mejora? En el Occidente, especialmente en Estados Unidos, una industria de millones de dólares está basada en aumentar la autoestima de las personas. La gente paga grandes cantidades de dinero a "terapeutas en autoestima", mientras se realizan investigaciones acerca de la autoestima y se crean programas gubernamentales de desarrollo. Sin embargo, los efectos mensurables que arrojan muchas investigaciones suman casi nada. No existe prueba alguna de que los niños tengan mejores calificaciones en la escuela o que haya menos violencia o crímenes o que se tenga menos dependencia crónica de las instituciones de beneficencia. Esto indica que la autoestima no se puede lograr simplemente asistiendo a tratamiento, uniéndose a algún grupo de curación o simplemente cambiando las actitudes de uno con uno mismo. Inclusive el tomar pastillas que aumentan el sentimiento de confianza en uno mismo está siendo sometido a intensos debates a favor y en contra en la televisión. Dentro de todo eso, lo que parece estar faltando es una idea correcta acerca de lo que significa autoestima. Los que promueven la autoestima a menudo citan la frase "si no te puedes amar a ti mismo no puedes amar a nadie más". Un problema muy importante con relación a esto es que tiende a poner la carreta delante del caballo, porque a la inversa es aún más cierto. Como Baba siempre lo señala, la mejor manera de desarrollarse es por medio de amar a los demás en lugar de amarse a uno mismo, cambiando el comportamiento egoísta. Por lo menos existen dos clases diferentes de autoestima: la egoísta y la genuina. La autoestima egoísta es sentirse bien acerca de uno mismo sin respaldarlo con buen comportamiento. Uno se complace con su ego y sólo busca su propia satisfacción o aparente felicidad. Sin embargo, sólo una persona que siempre se comporte impecablemente bien en pensamiento, palabra y acción tiene una causa genuina de autoestima, porque esa persona realiza (es decir, hace realidad en el comportamiento de la vida) las cualidades divinas que son sus únicas bases válidas. La autoestima genuina sólo se siente cuando uno sabe dentro de uno que sus intenciones fueron en verdad buenas y que por lo tanto uno actuó correctamente en total acuerdo con la meta. Autoestima considerada como lo opuesto a la autodestrucción o el odio hacia uno mismo no significa enorgullecerse de uno mismo por uno mismo. Surge de una propensión natural y se desarrolla con los logros personales. Es natural y bueno que la autoconfianza venga junto con el conocimiento del mundo y los logros personales. Sin embargo, la verdadera autoestima llega sólo a aquellos que llevan una larga trayectoria conociéndose a sí mismos y logrando mejoras cualitativas en sí mismos. La autoconfianza mundana obtenida mediante logros en el terreno físico y social es sólo una etapa de la cual uno tiene que transformarse hacia la realización del ser interno. Los logros en la sociedad y en sus organizaciones -cualesquiera que sean los resultados materiales, sociales u otros- se pueden convertir en un obstáculo más que ayudar a la maduración de la autoestima de una persona. Con la autoestima viene la paz de uno mismo, una cualidad interna o psíquica del alma. Esto se logra principalmente al controlar la mente y, como Sócrates lo sostuvo, disciplinándose siempre para saber y hacer lo que está bien. Cuando un padre corrige a su hijo con las palabras "acuérdate de ti mismo", esto contiene una verdad esencial acerca de cómo comportarse, es decir, que debemos actuar de acuerdo con nuestro verdadero ser y no portarnos mal. El no recordarse o verse a uno mismo es perder la integridad, "olvidarse de sí mismo", como lo dice la frase, y esto no lleva hacia la autorrealización. Parece claro que la confianza en uno mismo, que quizá podría llamarse simplemente "amor del ser" es la base de un mente no perturbada y de una personalidad efectiva. Sin embargo, amor del ser tiende más a implicar narcicismo y cultivo del ego. Una persona que tiene confianza en sí misma, haya hecho lo que haya hecho, puede simplemente estar actuando desde el interés personal y no estar realizando suficiente autoindagación. Las personas que jamás se sienten culpables pueden muy bien tener mucha confianza en sí mismas, pero pueden estar careciendo de conciencia. No estar dispuesto a examinarse a sí mismo es la esencia de la autocomplacencia, distinta de la humildad. Ambas son características visibles del comportamiento de una persona. Las personas egoístas generalmente tienen la más elevada consideración por sí mismas, y hasta adoptan un aire de superioridad. Si uno siempre tiene que ser el número uno o siempre toma lo mejor para uno mismo, sin pensar en los demás, la satisfacción temporal que esto otorga no es razón alguna para sentir autoestima. Pareciera que Bhagavan Baba aumenta la confianza en sí misma de casi todas las personas que lo conocen. El la instala en nosotros por distintos e ingeniosos medios, y no menos con la inspiración y rectitud de sus enseñanzas y la forma en que las lleve a la práctica. Durante las entrevistas, Baba a menudo señala y afirma lo bueno en las personas, inyectándoles así confianza en sus acciones correctas. Sin embargo, también ha establecido que aunque no diga nada para mostrarlo, él constantemente nos está sopesando y probando. Con seguridad la principal prueba de autoestima debe ser el hecho de que en verdad vivamos o no según lo que el nos enseña acerca de la acción correcta (dharma). Las pruebas son muy distintas. Pueden ser externas, como cuando Baba aparentemente ignora a una persona durante mucho tiempo en Darshan, o también a través de las gracias y privilegios que otorga prolongadamente. El cómo reaccionamos a cada tipo de situación, si llevamos a cabo o no un autoexamen para tratar de expandir nuestro amor con humildad y en verdad cuidar de los demás, es una continua prueba acerca del valor de nuestra autoestima. Tanto la plática como el comportamiento hacia los demás en público exhiben qué tan bien se han tomado todas esas pruebas, y esto incluye lo que uno no dice (pero podría o debería haber dicho) y el bien que uno no hace (aunque podría haberlo hecho), y si es que empleamos ingenuidad e imaginación al ver, ser y hacer el bien.(3)

(1) Oración de Paramahamsa Yogananda: "Que sólo rezume yo dulzura" (2) Lluvias de Verano - Tomo 2 - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Pag. 209 - (3) Autoestima, base de la espiritualidad - Nota de Robert Priddy - Extraída de la Revista Eterno Conductor - Sanathana Sarathi - Volúmen XIII - Número 5 -