"Oh Ser Oceánico! Guía a los riachuelos de nuestras alegrías, para que no se pierdan en las arenas de las efímeras satisfacciones de los sentidos. No permitas que nuestras corrientes de comprensión terminen en el desierto del egoísmo funesto. Haz que los pequeños y solitarios arroyuelos de nuestros afectos, que corren separadamente, se mezclen en el lago de Tu Amor sin límite. Permite que los estrechos ríos de nuestras vidas crezcan con las lluvias torrenciales de Tus Bendiciones, y corran a través de las tierras bajas de la humildad, del sacrificio y de la condescendencia para desembocar, purificados, en el mar de Tu Bienaventuranza".(1) |
Hagan a los demás lo que desean que los demás les hagan. No hagan a los demás lo que no desean que los demás les hagan. No tengan una doble norma. Traten a todos como si fueran ustedes mismos. Es decir, primero deben tener fe en ustedes mismos, y sólo después podrán tener fe en los demás. Deben respetarse a ustedes mismos y respetar a los demás. El egoísmo es la medida del altruismo. La humanidad es una comunidad, si se dañan ustedes, dañan a los demás. Hagan que un hombre se yerga, y ese acto los hará erguirse a ustedes. El trato que ustedes quieran que otros les brinden, es la medida de su deber para con ellos.(2)
Las palabras que emanan de la fe en Dios y de la humildad, harán que se purifique el ambiente, mientras que las que se pregonan por vanidad o se dicen por nihilismo y ateísmo, lo contaminarán. Usen sólo buenas palabras que limpiarán el ambiente. Alaben al Señor, reciten Su Gloria, ése es su deber para con ustedes y los demás. La fe en Dios hará que se infiltre la fe en nosotros mismos y en otros, y, por consiguiente, el mundo será más feliz. Cuando nuestras reacciones y agitaciones internas se transformen en divinas, todo lo que uno experimente por medio de los sentidos, la mente y el intelecto adquiere el brillo divino, revela su Divina Esencia, y el hombre toma forma en el molde del Amor. Toda actividad será entonces para el Todopoderoso, por Su Gracia y mediante Su Voluntad.(3) Cuando el pie resbala, la herida se puede curar, pero cuando la lengua resbala la herida que causa se enconará para toda la vida. La lengua está expuesta a cuatro grandes errores: expresar falsedades, gritar y alborotar, encontrar faltas en los demás, y hablar en exceso. Todo esto se debe evitar para que pueda haber paz en el individuo y en la sociedad. Los lazos de la fraternidad se estrecharán si la gente habla menos y dulcemente; ésa es la razón por la cual el silencio fue prescrito en los Sastras como un voto para los aspirantes espirituales. Ustedes son aspirantes en diferentes niveles del camino, así es que esta disciplina es también valiosa para cada uno de ustedes. Yo siempre digo: la pureza del habla lleva al control y purificación de la mente, y por ello insisto en que hablen bajo, dulcemente y poco, sin ira, sin odio, sin pasión; el hablar así no les causará problemas ni aumento de la presión sanguínea, ni divisiones, promoverá el respeto mutuo y el amor. Luego, una vez más insisto en que no se rían cínicamente por el bien que otros hagan o por su disciplina espiritual, pregunten, pero no insulten, respeten la sinceridad de los otros, respeten también a los ancianos y a los hombres con más experiencia que ustedes, condúzcanse con buenos modales, mostrando fraternidad y alegría hacia todos los que están cerca de ustedes.(4) |
(1) "Nuestros ríos purificados llegan a Tu mar"- Oración de Paramahamsa Yogananda.
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DIOS ES AMOR
AMABILIDAD
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