VALORES HUMANOS
VALORES HUMANOS: SUPERACIÓN

DIOS ES AMOR

CONGRESO LATINOAMERICANO DE EDUCACION EN VALORES HUMANOS

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SUPERACIÓN


"De este mundo que es falso, guíame hacia la Verdad.
De esta oscuridad de la ignorancia, guíame hacia la Luz.
De la muerte, guíame hacia la Inmortalidad".

El hombre es Dios, los seres humanos son Divinos. Tanto para el bien como para el mal, el Alma no es sino un testigo. Es en este contexto que se ha dicho que ustedes no son una sola persona, sino tres personas diferentes, vale decir: la que ustedes creen que son, la que los demás piensan que son, y la que realmente son. Estos son los tres diferentes aspectos. Una vez que reconozcamos la totalidad de la verdad y la totalidad de la Divinidad, podremos experimentar la identidad de estos tres aspectos de la personalidad humana.
La razón por la cual tenemos ideas y opiniones diferentes hoy en día, se debe a que no existe una coordinación entre nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestros actos. La prédica anda por un lado y nuestras acciones son muy diferentes. Enseñamos y creemos que las cualidades de la Verdad, del Amor y de la No-Violencia son muy grandes y muy fuertes, pero en nuestra vida diaria nos comportamos de manera muy distinta a lo que decimos. Creemos que la Verdad es nuestra sacra religión, pero estamos prontos a hacer caso omiso de todo ello y pareciera que la misma verdad fuera algo que no necesitamos. El hombre ni siquiera hace el intento de encontrar lo bueno respecto de sí mismo. Pronuncia repetidamente la palabra "verdad" pero no es capaz de establecer la verdad con referencia a sí mismo. Es ésta la razón por la cual no llega a ser un ser humano integral. Pero si él mismo no es capaz de convertirse en un ser humano integral, ¿cómo podrá elevarse hasta el nivel de Dios?. El hombre es Dios y el Señor está presente en todos los seres humanos. Desde la posición de ser un gorila, uno puede elevarse hasta la posición de un ser humano. Hemos de pensar al respecto que el mundo dejó de existir en la forma de un mineral y que reapareció en la forma de un árbol. La Creación volvió a desaparecer en la forma del árbol y reapareció en la forma de un animal. Luego, desapareció nuevamente para reaparecer en cuanto ser humano. Siguiendo esta serie evolutiva, uno habría de desaparecer del estado de ser humano para reaparecer únicamente como Dios. La evolución ascendente va del mineral al árbol, del árbol al animal, del animal al ser humano y del ser humano al Ser Divino, en la que cada etapa va mejorando y aprendiendo de la anterior.
De este modo, si hoy en día el hombre puede elevarse a mayores alturas se podrá convertir en un Ser Divino, pero si resbala hacia abajo, se convertirá en un animal. Hemos de empeñarnos por tomar el camino de la superación y no el de la degradación. En cada ser humano está presente el aspecto de la Divinidad. El aspecto del Alma está mucho más cercano a nosotros que todos nuestros amigos y relaciones. Este tipo de conciencia respecto de la relación del Alma con nosotros es la que debe ser promovida. Todas nuestras ideas habrán de llegar a refinarse hasta el punto en que dejen de ser estrechas y se expandan lo suficiente. No hemos de adoptar el criterio según el cual no deberíamos preocuparnos sino de nuestra familia, de nuestro hogar y nuestro "sí mismo". Esto representa un enfoque demasiado estrecho de la vida. Nuestras ideas deberán ser lo suficientemente amplias como para que podamos avanzar del punto de que abarquen el hogar y se extiendan a una aldea, de ahí a un distrito, del distrito a una provincia, de la provincia hacia el país entero y desde el país al mundo.
El mundo no es más que una proyección ilusoria y Dios es la base. Pero para entender esta situación uno ha de realizar el intento.
Lo que hemos de establecer hoy en día no es una nueva sociedad ni una nueva religión o una nueva organización. Lo que hemos de hacer es reconocer los contenidos de lo que ya habíamos tenido desde nuestros tiempos antiguos y hacerlos valer en el presente. Jóvenes capaces de hacer sacrificios son algo esencial hoy en día. Necesitamos con mucha urgencia, gente llena de coraje que pueda proclamar al mundo la Omnipresencia de la Divinidad. Se hace necesario contar con jóvenes que puedan hacerle frente y oponerse con valentía a las situaciones que surgen de la injusticia, la rudeza y la crueldad. Se requiere gente joven que no dependa tan sólo de beneficios mundanos y materiales, sino que le de importancia suficiente a los aspectos éticos y espirituales. Jóvenes que estén preparados para renunciar a la imitación, para desechar las ideas egoístas y que se muestren dispuestos a servir a la comunidad de manera desinteresada. Jóvenes que puedan proclamar por experiencia propia la existencia del Alma y comunicarla a los demás. Esto es lo más importante y necesario.
Habrán de comenzar por fortalecer la fe en cuanto a que Dios está detrás de todo. Hay varios pasos para dar en este contexto. Lo primero será la confianza en uno mismo, a continuación viene la autosatisfacción, luego sigue el autosacrificio y entonces, la autorrealización. En cada uno es autorresplandeciente el principio del "yo". El se encuentra en la forma del Alma autorresplandeciente en cada ser humano. Puede haber millones de personas en un lugar y en todas ellas el Ser Supremo es solamente uno. En esta aparente diversidad debemos hacer el intento de ver la unidad.
El hombre ansía lograr la felicidad, la paz y la dicha, pero no lleva a cabo esfuerzos consistentes y continuos. ¿Cómo alcanzamos la dicha y la felicidad? Ello es posible tan sólo cuando sabemos y entendemos lo que hemos de saber y entender. Obtendremos dicha sólo cuando renunciamos a lo que debemos renunciar. Obtendremos felicidad y dicha sólo cuando alcancemos el destino final que hemos de alcanzar. ¿Qué es lo que deberíamos saber? Deberíamos saber la verdad respecto de la Creación alrededor nuestro. ¿Qué es aquello a lo que debemos renunciar?: el sentimiento de que el cuerpo humano es real y permanente. ¿Cuál es el destino final que hemos de alcanzar?: hemos de alcanzar la Divinidad que representa el estado permanente del Alma. Solamente entonces experimentaremos la verdadera dicha.
¿Cuál es el camino hacia la inmortalidad? El único camino hacia la inmortalidad lo constituye la eliminación de la mortalidad. Han de dejarse de lado todas las ideas estrechas e inmorales, como mostrarse injustos y duros, o causarle daño a otros. ¿Cuál es la razón para ello? Uno ha de aceptar que todo lo que existe en otra persona no es más que el mismo Espíritu Divino que está en uno. ¿Cómo podríamos sentir envidia u odio por otro?. Todos deben empeñarse con determinación tratando de coordinar vuestros pensamientos, palabras y actos. Se ha dicho que el estudio correcto de la humanidad está en el estudio del hombre. Sólo cuando lo hagan y sólo cuando reconozcan la naturaleza humana, llegarán a ser capaces de entender la verdadera Divinidad.(1)




(1) Lluvias de Verano - Tomo 4 - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Extractos de Pag. 181/191 -

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