VALORES HUMANOS
VALORES HUMANOS: SÍNTESIS

DIOS ES AMOR

CONGRESO LATINOAMERICANO DE EDUCACION EN VALORES HUMANOS

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SÍNTESIS


"¿Qué podrían hacer las fuerzas malvadas de Kali a un hombre cuyo corazón está lleno de compasión, sus palabras están
inmersas en el amor y su cuerpo consagrado al servicio de los demás?
El conocimiento de todos los Shastras y Vedas no servirá para correr el velo de la mente que se encuentra entre el individuo y Dios.
Este velo hace que parezcan separados.
Dios y el hombre, aunque los dos son Uno.
Cuando se vence a la mente, Dios y el hombre, la Naturaleza y Dios, la causa y el efecto se vuelven uno"
(1)

La mente es la responsable de la diferencia de opiniones, de los gustos y aversiones y de la diversidad de actitudes. El mundo se percibe a través de la mente, está permeado por ella. Sin la mente no podría haber mundo, apegos, odios, alegrías ni tristezas. Debido al apego y al odio, el hombre actual está hundido en la miseria. Como la mente es la causa básica de todo esto, el hombre debe ir más allá de las debilidades naturales de la mente hacia la supramente, para tener la capacidad de reconocer a la Divinidad. En los tres estados de vigilia, sueño y sueño profundo, el hombre está ligado a la mente. Cuando el hombre trasciende estos tres estados al desarrollar su visión interna, avanza de lo humano a lo Divino.
Todo lo que es aparente en el microcosmos es una réplica en miniatura del macrocosmos. Es como el árbol que se encuentra en estado latente en la semilla. La semilla y el árbol no son diferentes. Cuando surge el árbol no son diferentes. Cuando surge el árbol la semilla desaparece, se vuelve sin forma. Tanto en la forma como en lo sin forma, el principio de Ser existe como uno y lo mismo. Cuando observamos la semilla, el árbol no es visible, cuando vemos al árbol, la semilla no es visible. Sin embargo, todo lo que puede verse en el árbol, las ramas, las hojas, el fruto, son inmanentes en la semilla. Cuando indagan acerca de la Divinidad inherente en el hombre, pueden reconocer esta profunda y sagrada realidad.
Mientras el hombre sólo vea con su visión externa, experimentará sólo lo externo. Cuando el hombre desarrolle la visión interna y experimente la Divinidad interna, observará el cosmos como un reflejo de lo Divino. Esto se denomina realización de lo Divino Cósmico. ¿Cuál es la diferencia entre lo Divino Cósmico y lo Divino interno? No existe diferencia entre ellos, sin embargo, cuando el individuo la experimenta se describe como lo Divino Interno. Cuando la experiencia individual se extiende a todo el Universo, se llama Divino Cósmico. El ser individual y el Omniser son uno, como la cáscara de una fruta y el jugo que está dentro de ella. Las diferencias que uno observa en el mundo surgen, no desde la naturaleza de la creación, sino de la perspectiva desde la cual contemplamos al mundo. El punto de vista del hombre acerca del mundo debe cambiar y no podrá hacerse mediante argumentos intelectuales. Cuando la mente se controla se puede experimentar la unicidad del individuo con lo Divino.
Los objetos externos pueden dar placer parcial, momentáneo. Al perseguir estos placeres momentáneos el hombre desaprovecha su preciada y sagrada vida. Desde el momento en que despierta hasta que se dispone a dormir, el hombre mira todo externamente. Es muy raro que dedique algunos momentos al desarrollo de su visión interna. De esta forma nunca logrará la paz. El hombre dedica un tiempo y energía considerables en decorar su hogar esperando que el resultado le brinde alegría, pero, ¿cuánto tiempo dura esta alegría? Lo que el hombre debe esforzarse en embellecer es su corazón. Esto no es visible físicamente, sin embargo, la belleza de un corazón puro está más allá de cualquier descripción. ¿Qué es lo que da belleza al corazón? Las virtudes como el amor, la tolerancia y la compasión. Estas cualidades le confieren bienaventuranza perdurable. Las palabras y las acciones de un hombre así, son dulces, él es digno de adoración.
La Naturaleza no proporcionará una bienaventuranza verdadera mientras se vea desde un punto de vista físico y mundano. El placer que produce cualquier objeto mundano depende de la condición en la cual se disfrute.
Los pensamientos influyen en la visión, la cual a su vez afecta la mente. Los pensamientos asumen una forma buena o mala. Los buenos pensamientos, palabras y acciones hace de un hombre un verdadero hombre.
El hombre y la mente no están separados. Tratar a la mente como algo separado y estar sujeto a ella es un error. Se debe tratar como un siervo mientras permanezca la conciencia mente-cuerpo. Hoy en día el hombre sigue los dictados de la mente.
No es fácil dominar la mente de inmediato, pero deben empezar a ponerla bajo control. Cuando la mente desea algo, inmediatamente deben poner el intelecto a funcionar. ¿por qué? Para que el intelecto les dé el consejo apropiado. Se debe enseñar a la mente esta lección: "Oh mente, no hagas tus caprichosos juegos. Examina tus deseos usando el poder del discernimiento para descubrir si es bueno o malo; si es correcto o no. No desees adquirir cualquier cosa que se te antoje". Cuando su meta es educar la mente de esta forma, hacen que pierda su potencial. El Poder Cósmico se tiene que ver con los ojos, experimentar con la mente, practicar con el cuerpo y volverse parte integral de nuestro Ser. No hagas conjeturas acerca de si es o no posible. Si toman la determinación todo es posible.
Desarrollen el sentimiento de "Dios y yo somos uno". Esto no debe ser sólo un ejercicio verbal. Escuchen con cuidado, analicen lo que han oído y lleven a la práctica lo que hayan asimilado. Este es el significado del precepto de la Upanishad: "escuchar, reflexionar y practicar". Así como carece de sentido preparar un delicioso platillo a menos que se vaya a comer y digerir, tampoco tiene sentido oír los discursos a menos que se vaya a llevar a la práctica lo que de ellos se aprenda. Sólo así se experimenta la bienaventuranza del aprendizaje.(2)




(1) y (2) Divinas Palabras - Vol. III - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - (Extractos de Pag. 80/89)

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