"La primera flor de la virtud es la NO-VIOLENCIA. En el lenguaje común, se entiende que No-Violencia significa el no causarle ningún daño físico a ningún ser viviente. Este no es su sentido verdadero. No-Violencia implica y significa realmente no causar ningún daño a ningún ser, ya sea de pensamiento, palabra o de obra. No- Violencia implica el proceso de limpiar y purificar los pensamientos, palabras y obras propios. Nuestro pensamiento, palabra y obrar deben armonizarse y unificarse y la ofrenda a Dios debe hacerse con esta flor".(1) |
Ustedes tienen dos ojos en su conciencia: la verdad y la No-Violencia. Estos son los guías que los llevarán a la meta, las dos luminarias - el sol y la luna - del firmamento interno.
La No-Violencia es otro aspecto de la Verdad. Una vez que tengan conciencia de la relación de la unidad en Dios, de la unidad fundamental de las almas, nadie causará a sabiendas dolor o aflicción a otro.(2) La palabra hindú significa "aquellos que se mantienen alejados del camino de la violencia, lejos de hacer daño a otros". Hin (hinsa, daño, violencia); du (de dura, lejos, distante). Los Shastras declaran que la esencia de todos los dieciocho Puranas, tan altamente reverenciados en la India, es: Hacer el bien a otro, es mérito, hacer mal a otro es pecado. Si se mantienen en este camino, darán la bienvenida a todas las fes y religiones como parientes; todos los credos no son sino intentos de adiestrar al hombre por este camino. Los musulmanes, cristianos, budistas, judíos, parsis, todos aspiran a ganarse la misma iluminación por medio de la limpieza de la mente a través de las buenas obras. Las semillas de todas éstas están en el Sanathana Dharma (La Religión Eterna) del Vedanta. Del mismo modo que el Partido del Congreso tiene una cantidad de partidos disidentes, tales como el SSP, el PSP, y hasta el Partido Comunista, así también otras fes no son sino la derecha, la izquierda o el centro del Sanathana Dharma de la India. Este dharma examina todos los posibles enfoques de lo divino y los arregla en el orden en el cual pueden ser utilizados por el aspirante, de acuerdo con su nivel de preparación y sus logros. Cuando un árbol brota de una semilla, sale con un tallo y dos hojas incipientes, pero más tarde, cuando crece, el tronco es uno, y las ramas son muchas. Cada rama puede ser suficientemente gruesa como para llamarse un tronco, pero no debe uno olvidar que las raíces envían el alimento como savia sólo por el tronco. Dios, el mismo Dios, alimenta el hambre espiritual de todas las naciones y de todas las fes, por medio del sostenimiento común de la verdad, la virtud, la humildad y el sacrificio.(3) El mismo cielo está encima de la cabeza de cada uno, la misma tierra soporta los pies de cada uno, el mismo aire entra a los pulmones de todos, el mismo Dios los creó a todos, los alimenta a todos y termina la vida terrenal de todos, ¿por qué entonces este rol inhumano de enemigo y fanático, de lucha y defensa?. En el Gita, el Señor ha declarado: "Yo soy la semilla de todos los seres". El árbol es una expansión de hojas y flores, frutas y verdor; es un sistema extendido de tronco, ramas y ramitas, ¡todos crecidos de una sola pequeña semilla!. Y cada fruto de ese árbol tiene dentro de sí semillas de la misma naturaleza. Así también, contemplen por un momento la magnificente multitud de la vida, toda su rica variedad de fuertes y débiles, presas y cazadores, afligidos y felices, que se arrastran, reptan, vuelan, flotan, caminan, cuelgan, cavan, se sumergen, nadan: ¡toda esta incontable variedad de seres creados ha salido del Señor (la semilla) y cada uno tiene al Señor (la semilla) como su centro de nuevo!. Visualicen esta divinidad inmanente, se volverán humildes, sabios y llenos de amor.(4) La cultura de la India condena la violencia como bestial y aún peor. Aun cuando las epopeyas y leyendas de esta tierra hablan de demonios, hombres y dioses tan diversos, son sólo nombres para rasgos que todos comparten en mayor o menor medida. La humanidad debe librarse de la escoria de lo demoníaco y revestirse del esplendor de la divinidad. Vigilen que sus actividades no los arrastren a las profundidades de lo demoníaco: hagan que los eleven a las alturas de la divinidad. Es realmente elogiable que en esta ciudad tantos de ustedes estén dedicados a llevar a cabo cantos devocionales, y recordación del Nombre. Dejen que el nombre de Dios salga de su corazón, no de sus labios. Purifíquense ustedes y purifiquen la atmósfera en la cual y por la cual han de vivir. Este es mi consejo y mi bendición.(5) |
(1) Divinas Palabras, Vol. II - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Pag. 122 -
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DIOS ES AMOR
LA NO VIOLENCIA
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