VALORES HUMANOS
VALORES HUMANOS: HONRADEZ

DIOS ES AMOR

CONGRESO LATINOAMERICANO DE EDUCACION EN VALORES HUMANOS

CONGRESO LATINOAMERICANO DE EDUCACION EN  VALORES HUMANOS
DAR CLICK EN LA IMAGEN PARA INSCRIPCIÓN

HONRADEZ


"Dios está presente en ustedes y mira con miles de ojos
todo lo que hacen. Aunque nadie lo note, Dios les está observando
y mirando vuestras acciones en todo momento. Por ello, deben
hacerlo todo manteniendo en cada instante una conciencia despierta
de este hecho. Es mi esperanza que todos ustedes mejoren sus
vidas, aplicando en ellas los aspectos del Amor, de hacer
el bien, de ver el bien y de ser buenos".
(1)

El mundo atrae al hombre de muy diversas formas, pero nunca logrará que la inteligencia del hombre vaya más allá de sus límites. Si el hombre se satisface con los placeres derivados del mundo físico, él nunca tomará en cuenta lo que se encuentra esperándolo en su futuro. El hombre dedica todas sus energías, físicas y mentales, y todos sus recursos para conseguir bienestar material, poder, posición y honores, pero no hace ningún intento de agradecer a la sociedad de quien deriva toda esa riqueza, bienestar y posición.
Para llevar una vida correcta, la Rectitud y el carácter son esenciales. La Divinidad es la respiración del hombre. La plenitud de la vida consiste en dedicarle todas nuestras energías a estos objetivos. El hombre, de todas maneras, no tiene fe en Dios. Debido a que el hombre cubre su mente con un manto de ignorancia, tapa sus ojos con el egoísmo y cierra su corazón con las puertas del orgullo, él ha olvidado al Señor que lo ha creado y que lo protege. Ellos adoran los altares levantados a los órganos de los sentidos. Mientras sus deseos crezcan, el hombre no puede escuchar lo que es más sano para él. No tiene placer por la compañía de lo bueno. No sabe de lo transitorio de la vida. El hombre no se da cuenta de que su vida y todo aquello que tanto cuida puede irse de un momento para otro. No tiene conciencia de la naturaleza cambiante de la alegría y el dolor, el éxito y el fracaso. Con la obsesión de adquirir todo el poder y la riqueza posibles, el hombre no ve a la Divinidad que es la esencia de su naturaleza. Sumergido en la ignorancia, malgasta su vida en la búsqueda de cosas transitorias.
La Rectitud es un camino regulador para el desarrollo del hombre. Así como el Sol con sus rayos, la Rectitud ilumina el camino que el hombre debe seguir para el bienestar y progreso de la sociedad. En un código de conducta, la Rectitud es lo más importante. Rectitud significa que uno debe ganarse sus medios de vida en forma justa y ser un ejemplo para otros simplemente viviendo correctamente. No importan las cosas que le ocurran a uno, las vicisitudes que le toquen vivir o las dificultades que haya que enfrentar, uno nunca debe apartarse del camino de la Rectitud. La justicia es como la brújula del marinero. De cualquier manera que uno la coloque siempre señalará el Norte. En la misma forma, la justicia revela a Dios dentro del hombre y le permite disfrutar de la Bienaventuranza de la Divinidad. Por lo tanto, el ideal de la vida humana es aquel en que la Rectitud forma la base de cada acción.
Toda la prosperidad que se consiga, todo el confort que se posea, proviene de la sociedad. Las reglas de la Rectitud aseguran que la riqueza adquirida de la sociedad sea utilizada en beneficio de la sociedad. En el proceso de adquirir riquezas uno puede cometer alguna falta. Es para arreglar tales errores que se debe practicar la caridad.
La vida consiste en un intercambio constante entre placer y dolor, alegría y tristeza, calor y frío. La felicidad es un intervalo entre dos momentos de dolor. La cáscara amarga que cubre a la naranja protege al jugo dulce que se encuentra dentro. Nosotros debemos observar el dolor, la ansiedad y la tristeza como las cubiertas protectoras de la Paz y Bienaventuranza que se experimentarán luego. Es un error procurar placer y comodidad para siempre en la vida. La verdadera felicidad no se encuentra de esa manera. Si uno no experimenta dificultades y problemas no se puede conocer el valor real de la Paz y la Bienaventuranza. El hombre cree que cuanto más objetos materiales posee se sentirá más feliz. Pero cuando el deseo crece también los problemas y malestares crecen. Nuestros deseos, apegos y ambiciones deben tener un límite. El mundo está padeciendo innumerables problemas porque la gente no le pone límites a sus deseos.
La vida en sí misma es una empresa limitada. Todos los actos realizados en ella deben ser gobernados por los límites que se apliquen. Cuando los deseos son controlados, la verdadera felicidad es experimentada.
Aunque se aspire a la riqueza, uno debe procurar sólo lo que le corresponde. Un cajero de banco maneja grandes cantidades de dinero todos los días. Pero a él sólo le corresponde su salario. El no debiera desear más dinero que el que gana legítimamente. La riqueza excesiva acarrea muchos peligros. Los valores humanos son olvidados por los ricos. Mientras exista la riqueza, lo malo que resulta de ella no es tenido en cuenta. Solamente cuando se pierde es que uno comienza a darse cuenta de esa locura. Lo mejor es estar prevenido y aprender a llevar una vida correcta desde el comienzo. La riqueza va y viene. La Moral es lo que uno debiera cultivar.¿Qué es la Moral? Es la conducta correcta de acuerdo al tiempo y lugar.
¿Cuál es el origen del desorden, el caos, el crimen, la falsedad y la violencia que prevalecen hoy en el mundo? Lo encontramos en la conducta de la gente que es opuesta a la dignidad de la naturaleza del hombre. Toda la educación que recibimos no está relacionada de ninguna manera con los Valores Humanos. Sean tanto en la esfera de la política o de la conducta social, en la actividad económica o en la búsqueda espiritual, todas las acciones están basadas en los movimientos de la mente. No es posible ningún cambio de acciones a menos que la mente sea cambiada.
No tiene ningún sentido culpar al gobierno de todos los males que existen hoy en día. La gente no puede renunciar a su responsabilidad por las acciones de un gobierno que ha sido puesto en el poder por sus votos. Si un gobierno es bueno o malo, depende de la gente. Existen muchas conversaciones en el país acerca de la corrupción. ¿Quién es responsable de esta corrupción? ¿Es el gobierno? No. Son los hombres de negocios, los comerciantes, los responsables directos de esta corrupción. Por sus propias razones egoístas y para sus ganancias personales han estado financiando a quienes están en el poder y haciéndolos cada vez más poderosos. Si ustedes, los comerciantes, viven de acuerdo con principios rectos, toda esta corrupción puede terminarse en un instante. El servicio a la sociedad debería ser el primer deber de todos. Los hombres de negocios deberían desarrollar una actitud moral, usar medios correctos para ganar el dinero y usarlo para beneficio de la sociedad.(2)




(1) Divinas Palabras - Vol. II - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Pag. 112 -
(2) Divinas Palabras - Vol. II - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Extractos de Pag. 85/92 -

No hay comentarios:

Publicar un comentario