VALORES HUMANOS
VALORES HUMANOS: AUTOCONFIANZA

DIOS ES AMOR

CONGRESO LATINOAMERICANO DE EDUCACION EN VALORES HUMANOS

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AUTOCONFIANZA


"Este es el Arbol eterno con sus raíces en lo alto y sus ramas hacia abajo; este es Brahman,
este es el Inmortal; en El se alojan todos los
mundos y nadie lo trasciende. Este y Eso son Uno".
(1)

La senda del Karma o del trabajo puede compararse a un camino que recorren a pie. La senda de la Devoción puede compararse a un camino que recorren en un carro. La senda de la Sabiduría puede compararse al trayecto que recorren en un avión. La senda de la concentración puede compararse a un trayecto que recorren en barco. En el Bhagavad Gita se nos indican tres palabras: Inquirir, Visualizar, Aunarse con Ello. Hemos de inquirir respecto al aspecto del "yo". No obstante, ¿podrá satisfacerles la mera indagación en este sentido? No podrán satisfacer el hambre con sólo saber que hay comestibles en la cocina. Así también, no se verán satisfechas las necesidades que tengan sólo sabiendo cuáles son los artículos que se encuentran disponibles en el mercado. ¿Será posible disipar la oscuridad que envuelve al mundo por el simple hecho de difundir las noticias de la luz? A un hombre que sufra de alguna enfermedad, no lo podrán sanar describiéndole, simplemente, las cualidades de variados medicamentos. Sólo sanará la enfermedad una vez que le administren los medicamentos que requiera; para satisfacer el hambre habrán de ingerir alimentos; habrán de difundir la luz para disipar la oscuridad, etc. Por ende, así como debemos entender ante todo la naturaleza del "yo", del "mundo" y de Dios, ha de seguir un segundo paso que es el de visualizarlos. Tampoco esto representa el final, porque debe seguir un tercer paso en el que se adentren en el aspecto total y se identifiquen con él. No les será posible alcanzar la experiencia de la felicidad y la Bienaventuranza a través del estudio y la práctica únicamente. Sólo cuando lleguen a identificarse por completo con esto, serán capaces también de experimentar su pleno significado. Esto significa que han de inquirir, visualizar y luego, aunarse con ello. Comienzan por la búsqueda en la naturaleza y el origen del "yo", entonces logran la experiencia de su visión y luego se liberan, experimentando la no diferencia entre el testigo y lo presenciado.
Con éste propósito hemos de seguir por ciertos caminos. En nuestro Vedanta se hace referencia a ellos como los cinco diferentes Akasas, es decir, las distintas Cinco Formas de la Materia. Ellos son: El Ghatakasa, el Jalakasa, el Daharakasa, el Chidakasa y el Mahadakasa.
El Ghatakasa se refiere al estado en el cual el hombre se encuentra absorto en la conciencia corporal. Piensa en su prestancia física, su edad, su apariencia y su forma. Cuando le preguntan a un individuo, por ejemplo respecto a cuándo llegó, él va a especificar normalmente el día y la hora de su arribo físico. Esta respuesta denotará su falsa identificación de sí mismo con el cuerpo. Aquí, el sí mismo se mantiene encadenado al cuerpo.
En el estado de Jalakasa, en cambio, establece una diferencia entre el cuerpo y el sí mismo. Si un individuo sufre de un dolor de estómago, dirá: "Tengo un terrible dolor en mi estómago". Al decir "mi estómago", parece obvio que considera a este órgano y por ende a su cuerpo como diferentes de su mente. En el Jalakasa, el sí mismo se mantiene encadenado al cuerpo sutil.
Por otra parte, cuando llegan al estado del Daharakasa, comienzan a inquirir respecto a la naturaleza y al origen del "yo", distinguiéndolos del cuerpo y aprehendiendo por último que éste "yo" surge desde vuestro ser más íntimo. Este tipo de indagación puede compararse a aquella que se lleva a cabo sobre los asuntos mundanos en el estado de vigilia. Durante el estado de vigilia perceptiva, se encuentran activos todos los órganos de vuestro cuerpo, como los ojos, los diferentes miembros e incluso la mente. Se mueven con el cuerpo, ven con los ojos y experimentan con la mente. De modo que el estado del Daharakasa corresponde a las vivencias durante la vigilia.
El Chidakasa corresponde a las experiencias sutiles, en donde el sí mismo se mantiene como la conciencia testigo. En este estado estará por encima de vuestro cuerpo y vuestra vida y separados de ellos. Se le puede comparar al estado del soñar. En un sueño pueden sentir que alguien ha venido y les ha cortado la cabeza. Ustedes mismos ven la cabeza separada del cuerpo y, en esa situación, están por completo separados de éste. Vuestra vida no se ha extinguido pese a que vuestra cabeza ha sido cercenada. No están sino siendo testigos del drama sutil. Lo mismo puede ilustrarse de la manera siguiente: si lesionan a otra persona con un cuchillo, puede ser considerado como una ofensa. Mas si sueñan que le han cortado la cabeza a un juez y después de despertar le confiesan a éste lo que han hecho, él no tiene poder alguno para proceder. De modo que en el ámbito de los sueños, no son sino observadores.
Por último, el Mahadakasa implica la habilidad de la ecuanimidad mental en uno. En este estado mental desarrollan una actitud siempre igual ya sea frente al frío o al calor, a la luz o a la oscuridad, al sufrimiento o al placer. Este estado no se encuentra por encima de la mente, la que se retira por sí misma en el estado de meditación profunda, por ejemplo, en tanto que en el del Mahadakasa alcanzan el equilibrio mental. El Mahadakasa se conoce también como el Encuentro con la Bienaventuranza. Esto se puede ilustrar por medio de un ejemplo. Están cantando ustedes mismos una canción y están escuchando el sonido, y si meditaran sobre el origen de este sonido a ello se podría hacer referencia como "lo que brinda Bienaventuranza". Una vez que llenen sus corazones con Amor, alcanzarán el destino final.
Existen tres categorías de seres humanos. Están los que tienen fe en Dios, los que no tienen fe en Dios y los que son indiferentes. Por ejemplo, en un arbusto hay una flor, su fragancia incita a los que tienen fe en Dios a buscar la fuente de donde emana. A ellos se les puede llamar creyentes. Luego están los que disfrutan de la fragancia, pero no se preocupan de inquirir respecto de la fuente de ella. A ellos les podemos considerar como no creyentes. Presumimos que éstos son los que carecen de fe en Dios, pero esto no es así. No puede existir nadie que no tenga al menos fe en sí mismo. Toda la gente que tiene confianza en sí misma es creyente. No pueden ser incrédulos si creen en algo. La gente que carece de fe en Dios dice: "No hay Dios alguno". Esta frase tiene un aserto y una negación. La gente que muestra una incredulidad más marcada, dice: "Dios no está en ninguna parte". Aquí hay que ver también el aserto en la referencia a Dios, que representa el sentir propio y el de otros. Además, este tipo de reflexiones nada tiene que ver con la existencia o la no existencia de Dios. Para un individuo que sufra de ictericia, todo se verá amarillento. Esto no es más que un mal pasajero, pero que alterará su verdadera visión. Para quien sufra de malaria, hasta un pastelillo le sabrá amargo. También aquí no se trata más que de un mal pasajero. Del mismo modo, la falta de fe en Dios constituye una enfermedad. Analicemos un ejemplo. En una fiesta de matrimonio, todos están sentados en línea y se comienza a servir algunos dulces. Habrá algunos que indiquen que no los quieren, porque el dulce les cae mal ya que son diabéticos, y no porque no se quieran servir porque les disguste. Los ateos son como ellos. Sufren del mal de la incredulidad y es por eso que dicen que no quieren saber nada de Dios. De hecho, no quieren saber de El. Habrá otras personas que, aunque no tengan enfermedad alguna, dicen que no desean dulces sólo porque quieren imitar a los que los están rehusando. Al igual que en esta analogía, al ver que algunas personas dicen que Dios no existe, hay muchas otras que son tan necias como para repetir lo mismo. Esto constituye una situación absurda. Uno debería entregarse a Dios o ser capaz de seguir los propios dictados, pero no habría de revelar su vacuidad al imitar simplemente a otros. Habrán de desarrollar la confianza en sí mismos y con ello lograrán una íntima satisfacción. Una vez que se sientan satisfechos, serán capaces de sacrificarse y ello les llevará a la autorrealización. De este modo, la autorrealización dependerá en último término, de la base de confianza en sí mismo que establezcan.(2)
Sin confianza en sí mismo es imposible lograr algo. Si tienen confianza en su fuerza y destreza, pueden aprovechar las fuentes del valor y elevarse a un mayor nivel de alegría y paz, pues la confianza en sí mismos surge del Alma, que es su realidad interna. El Alma es paz, es alegría, es fuerza, es sabiduría. Por lo tanto, ustedes sacan del Alma todas estas cualidades para el progreso espiritual. Hay dos axiomas de ocho sílabas en el Gita que son las creencias básicas que debe tener el hombre: "Con Fe se gana la sabiduría" (Shradhavanlabhathe jñaman) y "El que duda es destruido" (Samsayatama Vinashyati). Hay dos terraplenes entre los cuales el río de la vida puede fluir, seguro y firme, hacia el mar de la gracia divina.(3)




(1) Katha Upanishad, VI, 1.
(2) Lluvias de Verano - Tomo 2 - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Extractos de Pag. 209/215 -
(3) Mensajes de Sathya Sai - Vol. VI - Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - 13-10-67 - Pag. 77 -

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